Una de las edificaciones más emblemáticas del centro de Medellín, que se fusiona a la perfección con sus vecinos: el Museo de Antioquia y la plazoleta de las gordas esculturas donadas por el maestro Fernando Botero, está de fiesta porque sigue en pie tras 90 años de historia en la que ha sido desde sede del gobierno departamental hasta el palacio de la cultura y el patrimonio de los paisas.
La construcción de este lugar se dio en los años 20 del siglo pasado, sin embargo, su historia se remonta a hace cerca de 200 años. Todo empezó cuando el 17 de abril de 1826 se trasladó la sede de la Gobernació desde Santa Fe de Antioquia hacia Medellín, por lo que se debió pensar en un espacio que
albergara todo el despacho departamental.
Fue solo hasta 1920 que se comenzó a hacer gestión de la obra. Pedro Nel Ospina era el gobernador de la época, así que decidió contratar al
arquitecto belga Agustín Goovaerts para que se encargara de las obras de infraestructura más importantes del departamento, entre esas el Palacio de Gobierno, lo que hoy se conoce como Palacio de Cultura.
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Al año siguiente de contar con Goovaerts,
se creó el primer plano del palacio, pero su construcción tardaría cuatro años en iniciar. Las obras comenzaron en 1925.
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Foto: Óscar Ríos[/caption]
La del Palacio de la Cultura es una historia de perseverancia
Los trabajos contemplaban la creación del palacio y también se comenzó con el trazado de la plazuela Nutibara y la canalización de la quebrada Santa Elena. Todo esto se dio sobre la calle Calibío y la carrera Bolívar, pero
los trabajos tuvieron que ser suspendidos en 1929 debido a la crisis económica que vivió el departamento en esa época.
Tocó esperar hasta 1932
para que las obras se reanudaran. Durante cuatro años, hasta 1936, se abarcó la construcción de la unidad octogonal, del ala oriental y de las escaleras con sus vestíbulos y balcones sobre la carrera Bolívar. En ese lapso tuvo que intervenir el arquitecto Jesús Mejía en los planos de Goovaerts porque se destinó otro fin para los balcones.
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Luego de ese avance,
en 1937 volvió a ser abandonado el proyecto, esta vez por más tiempo. Lo poco que estaba construido fue abandonado por la administración departamental que ya pensaba en construir su sede cerca a la estación del ferrocarril, y se formaron oficinas en vez de continuar las labores. Cercos improvisados taparon los espacios sin terminar por más de 25 años.
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Foto: @Culturantioquia[/caption]
Fue hasta 1966 que los arquitectos Gerardo Mejía, Gustavo Restrepo y Gustavo Aristizábal fueron encomendados para concluir una obra de más de 35 años en vilo. Ellos lideraron la construcción de la fachada norte y lograron retomar algunos elementos de la decoración original.
Gracias a la terminación del Palacio, en 1982, bajo una resolución del Consejo Nacional de Monumentos Nacionales,
el edificio pasó a convertirse en un monumento nacional del país. Cinco años después de esa declaración, en 1987, la sede de la Gobernación de Antioquia se trasladó al sector de la Alpujarra.
De Palacio de Gobierno a Palacio de la Cultura
Luego de ese cambio, se generó la Ordenanza número 35 de 1988, donde se dictaminó que el
palacio sería destinado a actividades culturales. Para ello, el recinto se convirtió en la Dirección de Extensión Cultural de la Secretaría de Educación y Cultura de Antioquia, hoy conocida como Instituto de Cultura y Patrimonio, y desde entonces fue nombrado como el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe.
Ese mismo año, comenzaron operaciones de restauración porque habían sectores de la edificación con deterioro. En un principio se pensó que restaurar el palacio tardaría tres años, y que tendría un costo de 2.000 millones de pesos, pero no fue así.
Las obras duraron 11 años y el costó se incremento a $3.000 millones.
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Foto: @Culturantioquia[/caption]
Para 2011, se volvió a notar un deterioro moderado, así que dos años más tarde, en 2013, se comenzó una nueva intervención, esta vez en zonas específicas. Allí la inversión fue de $3.900 millones y se volvió a abrir el Palacio de Cultura el 11 de agosto de 2015, en el marco de los 202 años de fundación del departamento de Antioquia.
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Así las cosas,
el arte y la cultura heredaron una obra que tardó más de 40 años su construcción. Las personas pueden interactuar con el cine, la pintura, la arquitectura, y con un sinfín de arte que hay en el lugar.
Y para celebrar su resistencia al paso del tiempo, el gobierno regional anunció nuevas inversiones para garantizar el futuro de la edificación y fortalecer el aspecto cultural que representa.
"Estamos contentos con duplicar nuestro presupuesto, de 17.000 millones de pesos a $34.000 millones, y poder impactar otras líneas de la cultura que anteriormente no se trabajaban como es el turismo cultural y el emprendimiento cultural", reseñó Isabel Cristina Carvajal, directora del Instituto de Cultura.
El palacio está abierto para el disfrute del público y de los investigadores, ya que es el lugar que alberga tesoros como el Archivo Histórico de Antioquia, la fonoteca Hernán Restrepo Duque, la biblioteca Carlos Castro Saavedra, el Centro de Documentación Municipal y la Sala de Patrimonio Artístico.