Andy Rivera se bajó un momento a meditar, pero no se esperaba que pasaría uno de sus mayores sustos al estar su camioneta involucrada en esto, pues por un momento pensó que lo habían robado.
El pereirano se destaca por las reflexiones diarias que da en su cuenta de Instagram donde tiene más de cinco millones de seguidores, además de sus fotos donde recibe miles de elogios y sus covers mostrando su gran talento en el mundo de la música.
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El cantante quiso enfrentar uno de sus mayores miedos, que era ir a cenar en un restaurante sin ninguna compañía, por lo que se puso en la tarea de enfrentarlo y decidió compartir su experiencia.
Fue así como se llenó de valentía y lo hizo realidad: “Me siento súper raro, nunca en mi vida lo había hecho y dije voy como a retarme a eso, a almorzar solo, me siento muy raro. Le fui cogiendo gusto a la soledad”.
Al parecer, el intérprete de ‘La oficial’ disfrutó de esta nueva actividad: “Que experiencia más especial comer solito. Soy humano y tengo muchas inseguridades como todos nosotros y esa, no me pregunten por qué, me generaba muchas cosas”.
Asimismo, contó un poco sobre lo que sintió al hacer esto: Me sudaba la mano entrando al restaurante, yo me imaginaba quebrando vasos, correándome la ropa, yo dije ‘voy de negro por si algo una Andrés Felipipada’, pero fue maravilloso llegar que me atendieran tan bonito, un señor súper querido”.
Además, agregó que: “Llegar a ese punto donde entendí que desde escoger el restaurante, sacar ese tiempo en mi agenda, pensar en todo para mí y eso era lo que me daba miedo y lo que siento raro, yo creo que me sigue dando miedo, fue raro”.
Sin embargo, el reguetonero de camino a su casa tuvo un gran susto, luego de que fuera a meditar a un parque el cual no conocía, pues, desde lejos pudo observar que tenía una parte de su camioneta abierta.
“Me desvalijaron… Perdí hasta el alma”, contó mientras salía corriendo hacia su carro, confesando que había pasado el susto de su vida, no obstante, no presentó ningún percance.
Por último, al finalizar su travesía, concluyó que: “La experiencia me hizo caer en cuenta que tenemos que pensar en nosotros un poquito más, darnos esos espacios para lo que nos gusta, para amarnos”.