Carmelo Valencia, conocido cariñosamente como "Tutunendo" en el mundo del fútbol, ha vuelto a ser noticia, pero esta vez fuera de las canchas. El exdelantero, recordado por su velocidad y habilidad goleadora, que le valieron ser bicampeón con Atlético Nacional en 2007, ha encontrado una nueva pasión tras colgar los guayos: vender buñuelos en Barranquilla. Una historia que demuestra cómo las segundas oportunidades pueden transformarse en nuevas victorias.
Tras su retiro definitivo del fútbol profesional en 2022, despidiéndose con la camiseta del Junior de Barranquilla, Valencia decidió establecerse en la capital del Atlántico, una ciudad que lo adoptó como uno de los suyos. Lejos de la vida de los reflectores, "Tutunendo" optó por emprender en un terreno completamente distinto al deporte que lo llevó a la fama. Hoy, su negocio de buñuelos no solo le genera ingresos, sino también le permite mantenerse conectado con la comunidad barranquillera.
El negocio, ubicado en el norte de Barranquilla, ha ido ganando popularidad rápidamente. Bajo el nombre "Buñuelos Tutunendo", una referencia a su apodo en el fútbol, Valencia ofrece un producto que mezcla la receta tradicional con un toque personal. Además, se ha mostrado activo en redes sociales, promocionando su emprendimiento y generando interacción con sus seguidores, muchos de los cuales lo recuerdan con nostalgia por sus hazañas en el balompié nacional.
Un ejemplo de adaptación y resiliencia
La historia de Carmelo Valencia no es única, pero sí es inspiradora. En el panorama del deporte, no todos los jugadores logran una transición exitosa tras el retiro, y muchos enfrentan retos económicos y emocionales al alejarse de la adrenalina de la competencia. Para "Tutunendo", el camino no fue sencillo, pero su determinación y su capacidad de adaptarse han sido clave.
En las calles de Barranquilla, Carmelo no ha perdido su popularidad. Clientes habituales y curiosos llegan al local, no solo por el sabor de sus buñuelos, sino también para saludar a una leyenda viva del deporte colombiano. Las fotos, autógrafos y anécdotas son parte de la rutina, pero el exjugador no deja que la nostalgia le robe el enfoque.
Lo cierto es que más allá de los comentarios realizados por uno que otro internauta, Carmelo Valencia ha sido enfático en asegurar que su emprendimiento se debe al amor por la gastronomía y no porque tenga algún tipo de impase económico.