El presidente de la República, Gustavo Petro, reconoció este jueves, 14 de septiembre, al movimiento sindical como sujeto de reparación colectiva tras haber sido por décadas víctima del conflicto armado en Colombia. Así lo recalcó el jefe de Estado que mencionó que hasta el día de hoy quienes pertenecen a estos movimientos han tenido que enfrentar violaciones a su vida, libertad e integridad.
En un acto público, Gustavo Petro señaló que esta decisión es un acto de justicia y reparación histórica para los trabajadores que han sido afectados por la violencia.
"Hoy como jefe de Estado, a nombre de los tres poderes públicos, a nombre de ellos…estamos haciendo un reconocimiento a lo que pasó para que no se repita la misma historia y se evite la barbarie”, comenzó diciendo sobre el movimiento sindical que ha sido uno de los sectores más afectados por el conflicto armado en Colombia.
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Según cifras de la Unidad para las Víctimas, entre 1971 y 2023, el movimiento sindical ha sufrido más de 15.810 violaciones a la vida, libertad e integridad, incluidas 3.323 asesinatos, 449 atentados contra la vida, 254 desapariciones forzadas, 7.884 amenazas de muerte y 1.987 desplazamientos forzados.
Asimismo, en su intervención, Petro destacó el papel del movimiento sindical en la construcción de la democracia y la defensa de los derechos de los trabajadores:
"El movimiento sindical ha sido un pilar fundamental de la democracia colombiana”, dijo recordando la masacre de las bananeras, y otros desafortunados eventos en los que recalcó que habían sido hombres y mujeres asesinados por exigir mejores condiciones laborales.
“Aquí hay una historia que va por décadas y que traspasa los siglos, que tiene en esa historia un análisis, algo en lo que pensar, que no es solo de Colombia pues también se expande en el mundo, ¿qué es lo que quieren detener? Es necesario que se escuche la voz del pueblo trabajador, que ellos puedan participar en las grandes decisiones”, comentó.
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Por otro lado le pidió al empresariado colombiano permitir el diálogo y los encuentros para llegar a acuerdos que promovieran el desarrollo sin pasar por encima de los derechos de quienes con su fuerza de trabajo aportan para construir país:
“Tenemos un empresariado atrasado que no ve en el obrero un aliado sino que es el señor feudal que se queda con la tierra, y hace una alianza de poder anacrónico, autoritario y asesino. Y es que tanto hemos escuchado sobre la muerte, que la sociedad colombiana se acostumbró a ella y no pensar en los demás y a ver el sindicalismo como algo malo, así como cualquier noción de solidaridad”.
Finalmente, el presidente le pidió a la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez Ríos, adherir a los procesos a organizadores y organizadoras de sindicatos en el país como parte del proceso de una verdadera reparación al movimiento sindical que ha sido hostigado y asesinado.
Para muchos sectores, este reconocimiento del movimiento sindical como víctima del conflicto armado es un hito en la historia de Colombia. Es un paso importante para la reparación histórica de las víctimas y para la construcción de una paz justa y duradera.
