En una reciente entrevista con Kienyke.com, Alejandro Gaviria, exministro de Educación del gobierno actual y escritor, ofreció un análisis profundo y crítico sobre la administración del presidente Gustavo Petro. Gaviria, quien ha sido una figura destacada en el ámbito político y académico, reflexionó sobre las reformas impulsadas por el gobierno, los discursos del presidente e incluso aclaró si planea una nueva aspiración presidencial.
Empezando, Gaviria abordó su más reciente encontronazo judicial con el presidente, luego de que el Consejo de Estado decidiera fallar en su contra en primera instancia una tutela en la que alegaba injuria y calumnia, por una declaración del mandatario en la que dijo que Gaviria había desviado recursos de la educación. Un proceso que sigue y sobre el que, asegura, son hechos que no corresponden al tiempo en que estuvo en la cartera.
“Citan un decreto que se firmó seis meses después de que yo saliera del Ministerio de Educación, decreto que yo ni siquiera conocía (...) Esto le está planteando al país un debate muy interesante y es hasta dónde llega la libertad de expresión del presidente, que tiene el poder de la palabra, que escuchen cualquier cosa que dice”, aseguró Gaviria, quien augura que tanto su tutela como otras sobre el mismo tipo “van a sentar jurisprudencia de hasta dónde llega la capacidad del presidente de decir cosas sin sustento”.
En ese sentido, sobre este punto concluye que seguirá defendiendo su buen nombre en todas las instancias que sean necesarias, pero que lo que realmente le preocupa es que ese “señalamiento excesivo” del presidente termine generando una desconfianza profunda en las instituciones.
Vea la entrevista completa con Alejandro Gaviria:
Gaviria hace un análisis discursivo de Petro
Alejandro Gaviria atribuye la creciente desconfianza institucional a las declaraciones públicas del presidente Gustavo Petro, en las que generalmente se abordan grandes temas como “el poder constituyente”, para luego simplemente cambiar de tema en cuestión de unas semanas. Algo que ya había pronosticado con anterioridad: “Todo el país girando alrededor del Twitter de Petro y no se hace nada”.
“Un presidente que todos los días toma un micrófono y en lugar de rendir cuentas, demostrar para dónde va su gobierno, de transmitir una visión de país, señala y señala. Y eso se vuelve sistemático, es como si él estuviera en reuniones, escucha un rumor en cualquier reunión o consejo de ministros y ese rumor lo vuelve una gran historia de conspiración”, asevera.
En ese sentido, Gaviria pide no “sobredimensionar” la estrategia comunicacional del gobierno, pensando que el presidente tiene como estrategia poner cualquier tema para distraer. Lejos de eso, opina que “su personalidad lo está llevando a eso y el gobierno se está quedando en debates estériles”. De hecho, en comparación a cuando inició el gobierno, considera que el presidente ha venido perdiendo su capacidad para articular una visión.
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“El discurso que dio en Nuquí, cuando tomó posesión la nueva defensora del pueblo, donde mezcló todo (...) es un discurso que parece libre asociación y él lo entendió como si hubiera sido su gran discurso, la Carta de Jamaica, su gran visión de Colombia y la humanidad en esta coyuntura crítica (...) Muy distinto al primer discurso que dio en Naciones Unidas que tenía una especie de historia trágica y épica de Colombia, donde planteaba una visión de país”, precisa Gaviria.
En ese sentido, concluye que la oratoria del presidente se ha venido deteriorando. Algo a lo que se suma, por ejemplo, la constante referencia a una lucha de clases en sus discursos en los que es frecuente la división del mundo entre una élite corrupta (a la cual cada vez le caben más sectores y personas) y el pueblo sobre el cual, a juicio del exministro de Educación, “se erige como único representante”.
“El funge casi de profeta que anuncia el fin de una era y ese profeta casi que propone un nuevo mesías, que es él mismo”, finaliza.
¿Eficiencia en el gobierno?
Ya en temas de actualidad, Gaviria rechazó las palabras del presidente Petro cuando dijo ante el Congreso que el gobierno estaba siendo “eficiente”. Un episodio que en su momento dejó la escena de varios congresistas riéndose, lo que a juicio del ex funcionario es una muestra de la “brecha entre la retórica y la realidad”.
Menciona que con los problemas de ejecución, la inestabilidad de los gabinetes y los problemas sectoriales, no tiene sentido hablar de eficiencia. Además de que tiene algunos peros respecto a la gestión en los ministerios de Salud y Educación, carteras que han estado bajo su cargo en el pasado.
Sobre Aurora Vergara, opina que intentó poner toda su energía en la Ley Estatutaria de Educación “y eso no le salió bien” y sobre Daniel Rojas aún no tiene una opinión. “Lo que me parece interesante es que algunos de los temas que yo había dejado, como el decir ‘no vamos a tener una reforma radical a la Ley 30, sino a enfocarnos en los artículos 86 y 87, que tienen que ver con el déficit de las universidades públicas’, eso lo retomaron”, dijo Gaviria.
Por otro lado, el tema de las reformas también es parte de la crítica del exministro, resaltando que, de tres reformas impulsadas, sólo una fue aprobada, que fue la pensional. Pero la reforma a la salud, que en su momento marcó su salida del gobierno por las críticas, sigue siendo eje central de su cuestionamiento a la agenda legislativa del gobierno.
“Vemos al Ministro de Salud dando vueltas por el país, ofreciendo equipos territoriales, que van a mejorar al hospital público. Eso podría hacerse con recursos del Presupuesto General de la Nación, pero hoy en día buena parte de eso se está financiando con recursos del sistema y la gente comienza a ver que no le están entregando los medicamentos. Vamos a ver más fallas cada vez en la atención y eso es una tragedia”, cerró el exministro Gavira, que añadió que uno de los grandes problemas en este tema ha sido la improvisación del gobierno.
