
En Bogotá hay un “cementerio” de estaciones de TransMilenio, donde reposan partes de vagones y partes que corresponden a lugares donde las personas en la ciudad abordaban los buses del sistema de transporte público. Se arrojan allí debido a las obras que adelanta el Distrito para el Metro de la ciudad.
Este desconocido lugar se dio a conocer gracias a un creador de contenido en redes sociales, quien fue identificado como José Ramírez, quien estuvo en el lugar y registró el estado de las estructuras que fueron quedando en desuso.
Según se ve en el material audiovisual que compartió el creador, desde la clausura de varias estaciones por estas remodelaciones y construcciones en la ciudad, ha surgido interrogantes sobre el lugar a donde se destinan las piezas que se van desinstalando de la infraestructura de la ciudad. Algunas de estas estaciones son Marly, Calle 63, Calle 72, otras que estaban ubicadas en la troncal de la Calle 26, fueron desmontadas y trasladadas a terreno aislado.
El sitio fue ubicado en los alrededores del Portal El Dorado, sin embargo, aún no se puede encontrar en los servicios de mapas y GPS virtuales. Sin embargo, gracias al registro que se ha hecho por parte del creador, se ha podido conocer que tiene personas vigilando y perros de seguridad, que impiden que haya un acceso libre
“Bueno, lo que podemos observar es el cementerio de estaciones de TransMilenio es que aquí hay varias estaciones muy reconocidas como la de la Calle 26, la de la 72, la estación Marly”, comentó el influenciador a través de su video.
Además agregó que: “Y todos nosotros nos preguntamos dónde terminaron estas estaciones, dónde estaban, y por eso me di a la tarea de buscarlas hasta que las encontré. ¿Qué puedo decir? El paisaje es un poco desolador, la verdad es un poco triste. Sé que más de uno de ustedes tiene recuerdos en alguna de estas estaciones de TransMilenio. La mayoría de bogotanos sabemos que estas estaciones fueron desmontadas por la construcción del metro”, comentó.
Aunque en algún momento estas estaciones representaron puntos estratégicos para la movilidad en la capital, ahora se encuentran en un aparente estado de abandono, con óxido y sin ningún tipo de cubierta que las cubra de las condiciones climáticas.
Según comentó el diario Las2Orillas, el futuro de estas estructuras es incierto, y comienzan a surgir preguntas sobre si en algún momento, estas estaciones pueden ser reutilizables o puestas en funcionamiento de alguna manera. Aunque por ahora, no se tiene claridad sobre este tema.