Desde médicos, enfermeras, estudiantes universitarios y colegiales, odontólogos, artistas, amas de casa, deportistas y otros más, forman el equipo.
Un Ambiente hostil rodeado de malos olores es el que vive en estas calles.
El ser parte de este ‘banquete del Bronx’, es vivir la experiencia de servir a tu prójimo.
Estos guardianes del banquete del Bronx sacrifican tiempo de su vida, dinero de sus bolsillos y su energía positiva para ayudar a los habitantes de la calle.
Bajo el lema ‘Dar es mejor que recibir’ los voluntarios realizan su jornada ya sea en el día o en las noches.
Ser voluntario es entregar lo poco que uno tiene al que en verdad lo necesita, entregar esa voluntad que viene del corazón.
Un mundo de mil historias de derrota, dolor, se cuentan en esas noches frías.
Muchos de estos habitantes viven en un infierno en el que tratan de ganarse la vida como puedan.
Desde el corazón de cada uno de estos ‘habitantes de calle’ se desprenden unas lágrimas de amor y cariño, como muestra de agradecimiento para los voluntarios del banquete del Bronx.
Un mundo oculto en la selva de cemento donde el único objetivo es sobrevivir.