Muchas de estas instalaciones están hechas para abarcar cierta cantidad de reos.
Estos centros carcelarios tienen la misión de dignificar a las personas, mejorando la labor de cuidado para el reintegro a la sociedad, una misión que se ven frustrada por la sobrepoblación.
Estas condiciones los reclusos sueles hacer huelgas debido a las malas condiciones de alimentación, los escasos recursos en salud y la hacinamiento
lágrimas de arrepentimiento y dolor, son las que se enconden detrás de esos barrotes de hierro.
Historias donde en un abrir y cerrar de ojos cambia la vida, personas que hoy en día buscan una segunda oportunidad.
Personas que vivieron un infierno donde se ven cosas degradantes como vender su propio cuerpo, vender la mamá o a sus hijos a cambio de droga.
Día a día estos privados de libertad conviven y se cuentan sus historias tratando de encontrar el perdón de sus familias.
Historias rodeadas de un vicio maldito que se ocultan en esos pasillos.
Huellas que intentan borrar de su pasado.