La Torre Eiffel, conocida como la torre del amor, o torre de 300 metros, no mide en realidad 300 metros.
Cuando a Gustave Eiffel, ingeniero francés y autor de la construcción, se le pasó por cabeza juntar 18.038 piezas de hierro no pensó que las condiciones climáticas podrían hacer variar el tamaño de la estructura que hoy día es icono de un país y símbolo de la ciudad del amor: París.
Su tamaño varía aproximadamente de 15 a 18 centímetros en el transcurso del año. Al ser hierro, el material, se expande debido al calor y se contrae cuando se expone a las bajas temperaturas de la ciudad, que permanecen entre 1°C y 2°C en invierno. En verano puede llegar hasta los 30°C.
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Este evento se relaciona con el coeficiente de dilatación térmica del material con el que está construida, es decir, la capacidad relativa de longitud o volumen que se produce cuando un cuerpo presenta cambios de temperatura.
Al proceso se le conoce como dilatación volumétrica y sucede cuando las partículas internas del material se agitan con mayor intensidad haciendo que diámetro y volumen presenten un crecimiento.
No todos los metales se expanden de la misma manera. Por lo general, unos más que otros. Todo depende de su composición.Con un peso total de 10 toneladas, la Torre Eiffel tuvo un costo de 19 mil millones de pesos colombianos y un adicional de 4.500 millones de pesos por gastos no previstos. Llegó a ser el edificio más alto del mundo hasta 1929 (medía lo mismo que tres canchas de fútbol profesional), cuando se levantó el edificio Chrysler en Nueva York de 318 metros de alto. El trabajo de Gustave Eiffel se vio en diferentes trabajos arquitectónicos como el Viaducto de Garabit, Puente María Pía, Paradis Latin, Observatorio de Niza y el Hotel Hermitage Monte Carlo, este último es un prestigioso y lujoso palacio en el corazón de Monte Carlo en Mónaco.