En este primer puente festivo de noviembre, nada mejor que alejarse un poco de la vida rural, el tráfico y el ambiente de oficina que se vive en la capital del país. Qué mejor que hacerlo viajando a la playa, pero no precisamente en alguna ubicada en las costas colombianas, sino, en el departamento de Boyacá.
Rodeada de montañas a 3.100 metros de altura, en lo alto de la Cordillera Oriental, se encuentra Playa Blanca. Un sitio turístico que cada vez obtiene mayor cantidad de visitantes por su belleza visual o simplemente por la curiosidad de muchos que no creen que exista una playa dentro del departamento de Boyacá, conocido principalmente por su clima frío, la ruana y sus verdes campos.
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Es una playa natural localizada en el marco del Lago de Tota. Su entrada principal se puede encontrar por la avenida perimetral del municipio de Aquitania. Reconocida por ser una de las playas más altas del mundo, rodeada por una imponente reserva forestal.
En este sitio turístico se puede encontrar comercio, gran variedad de restaurantes, lugar para hacer camping, paseo en lancha, entre otros. El clima puede variar dadas las condiciones climáticas entre la temperatura fría y templada. Así que es bueno ir preparado con traje de baño para disfrutar de la playa, pero asimismo, llevar ropa abrigada dado que en cualquier momento puede caer la lluvia.
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Su paisaje cambiante y nada convencional es uno de los atractivos principales. Si el plan es de todo el fin de semana, se puede pasear por los diferentes municipios que acompañan la laguna, dado que cuenta con cerca de 20 mil hectáreas acompañadas del viento y su convencional silencio, mezcla perfecta para relajarse al máximo.
Finalmente se recomienda aprovechar el recorrido visitando los demás sitios turísticos del departamento. Monguí, Páramo de Ocetá, el Santuario de Fauna y Flora Iguaque, Gachantivá y Villa de leyva; son tan solo algunos de los rincones hermosos que se puede encontrar en esta parte del país.
