Cuando en el consejo de redacción de KienyKe.com el editor de la revista propuso su nombre para entrevistarla, preguntó textualmente: –¿Quién quiere a Aura Cristina Geithner?–, automáticamente mis recuerdos la dibujaron como aquella mujer sexy, sensual y de sonrisa encantadora que platónicamente me enamoró a mis 13 años. Sin pensarlo dos veces y mamándole gallo levanté la mano y le respondí: – Yo la quiero mucho.
No pensé – ya que no cubro farándula, lo mío son las historias judiciales – que aquella respuesta fuera tomada por el editor como un “yo quiero entrevistarla” y terminó por asignarme aquel trabajo que me llevó a estar junto a la 'Potra Zaina', la mujer por quien suspiré en mi adolescencia.
Reunirnos con ella no fue fácil. Su agenda está apretada. Varios medios de comunicación la quieren tener en sus espacios y en Colombia solo permanecerá unos pocos días mientras se adelantan las grabaciones del reality de Caracol 'Tu cara me suena', donde participará.
El próximo martes viaja de nuevo a México, donde está radicada desde que se fue de Colombia.
En su contra tengo que decir que me dejó plantado en la primer cita que tuvimos para entrevistarla. La cita era a las dos de la tarde en un café del norte de Bogotá; ese día cayó un aguacero impresionante que la hizo retrasar más dos horas, aunque llegó al lugar, un compromiso personal la llevó a cancelarnos y posponer la cita para el siguiente día.
En su favor tengo que decir que el día de la entrevista, a parte de disculparse, gesto que acompañó con un gran beso que mágicamente me hizo olvidar todo, fue la persona más amable, cordial, extrovertida, tomadora de pelo y sobre todo la más sexy que he tenido al frente.
Aura Cristina Geithner es una de las pocas actrices colombianas de los noventas que aún está vigente y que sigue dando de qué hablar. Bueno o malo regularmente alimenta las revistas de farándula y de chismes nacionales o extranjeras y eso le gusta.
Es una mujer que, como todo artista, ama ser el centro de atención y con naturalidad lo logra fácilmente. Tiene una contagiosa risa que se escucha a kilómetros y que hace que todos los que estén a su alrededor volteen a mirarla.
Aunque lo es desde hace más de dos décadas y lo afirma categóricamente con un – Sí lo soy – no tiene las ínfulas de diva. Exige, con una tierna delicadeza, que borra el tinte de orden directa, cómo quiere que se hagan las cosas. Qué perfil quiere en las fotos. Dónde se quiere sentar.
Antes de empezar la entrevista, se fotografió con todos y cada uno de los meseros del restaurante Juana la Loca, en el norte de Bogotá, donde empezó esta entrevista. Después me dijo, referiéndose a aquel momento – Ellos la van a compartir orgullosos con sus amigos y familiares (las fotos con ella) y eso los hace felices. ¿Por qué no hacerlo? Si además esa felicidad y ese cariño también me hace feliz.
La vida de Aura Cristina parece haber sido sacada de un novelón méxico-venezolano.
Nació en Colombia, es bogotana; pero antes de cumplir dos años su familia se radicó en México, donde ha vivido la mayor parte de su vida.
Confiesa que debido a su impetuosidad siempre fue una niña problema. – Me volaba con mis compañeras y con admiradores. Le di muchos dolores de cabeza a mi padre – dice con una de las miles de carcajadas que durante la entrevista se le escucharon. Sin dejar de reírse se tapa el rostro con las dos manos, en señal de falsa vergüenza y afirmó – Dicen por ahí que infancia es destino y lo creo... jamás cambié... de joven siempre fui rebelde, impetuosa y así soy yo.
En la adolescencia fue modelo. A los 19 años dejó botada la universidad, estaba estudiando relaciones internacionales, y se escapó de su casa con el fotógrafo colombiano Óscar Azula, uno de sus primeros sonados amores. Estos hechos produjeron que Aura tuviese un distanciamiento con su papá y con su hermano gemelo, Harry Geithner.
Empezó a tocar puertas y tres meses después llegó a la del director Julio César Luna, por quien me canceló la entrevista un día atrás.
Sin tener idea de actuación y sin haberlo sido nunca, Luna, después de una corta entrevista, le dijo que la quería como su protagonista para una novela que estaba en produccion: 'La rosa de los vientos'. Ese mismo día Julio César, quien es una de las persona más importantes y más queridas por Geithner, le auguró algo que en su momento ella no creyó pero que resultó ser cierto: le dijo que ella se iba a convertir en una estrella.
Con aquella primera novela Aura Cristina se ganó el premio India Catalina 1990 como actriz revelación. No ha parado de ser premiada y nominada. Ganó el India Catalina en dos oportunidades y el Tv y Novelas en tres.
La novela que la catapultó internacionalmente y que más fama le entregó en el país fue en la que millones de colombianos nos enamoramos de ella: 'La Potra Zaina', allí mostró, como Soledad Ahumada, la impetuosidad de la que habla orgullosamente Aura Cristina.
Desde que Aura interpretó ese papel dejó de ser la protagonista con cara de niña bonita de la televisión para convertirse en la sensual, sexy y deseada diva colombiana. Claro que también hay que decirlo, igualmente es y ha sido odiada, criticada, envidiada y hasta difamada. Ella hace parte de los personajes que generan sentimientos encontrados.
Al finalizar la novela terminó enredada sentimentalmente con el protagonista, Miguel Varoni, quien en ese momento estaba casado con la también actriz Patricia Ércole. Aura fue muy criticada por, según muchas personas, dañar aquella relación. – ¿Te arrepientes? – le pregunto y con una notoria sinceridad me responde con un tajante no. Mira – dice – tal vez con la madurez que tengo hoy en día, hubiese manejado aquella situación de una forma diferente. Se hirieron a terceras personas y no estuvo bien manejado.
Ahora tiene 47 años y dice que aunque le teme al paso del tiempo, más le asusta no poder hacer lo que le falta. – Siento que voy a la mitad del camino – dice.
Aunque ha participado en casi 20 novelas, tres películas y ha tenido innumerables participaciones en obra de teatro, dice que una de sus metas es llegar al cine estadounidense interpretando un papel que sea un reto llevar a cabo.
Después de trabajar diez años en Colombia decide irse para Estados Unidos. Quería buscar otras plazas y no quemarse en la pantalla nacional, como le pasó a muchos actores de su época. Hoy trabaja en México donde es artista exclusiva de Tv Azteca.
Su nombre ha estado en titulares de prensa rosa, principalmente por sus amoríos. Reconoce abiertamente, en medio de risas, que ha sido una mujer con una amplia lista de amores. Se observa las manos y dice a manera de autoburla, mientras salimos de Juana la Loca, que ojalá los dedos le alcanzaran para nombrarlos y remata con otra carcajada.
Salimos a toda prisa de Juana la Loca porque tiene que autenticar un documento para su contadora pública. Me propone que sigamos la entrevista en la camioneta que la producción de 'Tu cara me suena' le asignó para transportarse.
Mientras sale del restaurante se despide de los empleados que encuentra en su camino. Les envía besos, como una reina de belleza en pasarela, que ellos responden con cara de enamorados.
En el vehículo, mientras se pone un par de lentes para firmar los documentos, sin decirle algo, la observo y pienso en lo bella que se ve con gafas y también en que los años no llegan solos.
Seguimos la entrevista con el tema de sus amores y me cuenta que a diferencia de lo que muchos piensan, legalmente solo se ha casado una vez, con Marcelo Dos Santos, actor argentino y padre de Demian, su único hijo.
La última relación conocida de Aura fue un Danés que conoció por Internet. Se llama Thomas Corell. Sellaron su unión con una boda simbólica.
– Me enamoré. Pensé que había encontrado el hombre con el que iba a compartir mi vida hasta viejitos... pero no, y al final de cuentas la única que terminó trabajando y cumpliendo con las promesas fui yo.
Según la diva, el matrimonio está mandado a recoger. – Las relaciones actuales deben replantearse de una manera diferente. Hay que respetarse espacios, la individualidad y creer en el sentimiento sincero de cada uno.
Ante la pregunta de cómo está su corazón hoy en día, responde que no está enamorada, que está tranquila, pero ante mi insistencia termina confesando que sí hay un galán que le está moviendo el piso, que la está haciendo sentir mariposas, pero que aún no hay nada concreto. Creo yo que está en época de conquista.
Al ser una mujer tan mediática, muchas son las historias y chismes que se han tejido sobre ella. Algunos verdaderos y otros no. Dice que las críticas con mala intención no le afectan en lo más mínimo. Que no vive del qué dirán y que ni se desgasta en leerlas. – Es gente que no me conoce, que no sabe el ser humano que soy y por tal razón no le doy la más mínima importancia a sus palabras o comentarios.
Hubo un chisme que sí le afectó y fue la mención que hicieron sobre ella en el libro 'Las prepago' de Madame Rochie, donde mencionaron que la 'Potra Zaina' se encontró en Cali con el narco Víctor Patiño Fómeque.
Aura Cristina confiesa que debido a esa publicación, que calificó como ruin y mentirosa, pasó el peor diciembre de su vida, demandó la injuria y calumnia y ganó la demanda. Nadie pudo comprobar que lo dicho en el libro haya sido verdad. Aunque el daño estuvo hecho Aura limpió su enlodado nombre.
– En aquella época del narcotráfico, aunque no implica la aceptación, ¿sí hubo alguna propuesta indecente? – le pregunto. No duda en negarlo pero rememora y me cuenta que aunque no salió con un narco por plata, sí conoció a varios de ellos, que intentaron darle millonarios regalos.
– El gordo Ochoa, quien era dueño del restaurante Las Margaritas, una vez que fui a almorzar allá, apenas me vio mandó a hacer un desfile de caballos en honor a la 'Potra Zaina' y al final del evento me regaló el mejor de los caballos. No se lo recibí. Con mucho respeto agradecí el detalle pero no recibí el animal, o que alguien diga si a mi casa llevé un caballo. (risas).
– Conocí a Perafán porque él era el socio del centro comercial donde me contrataron para hacer un concierto, en mi época de cantante. Mirá – dice – lo confieso, lo único que recibí de ellos y de otros más que conocí en varias partes de Colombia fue respeto, aplausos y admiración.
Llegamos a la Notaría 22. Se bajó de la camioneta, cruzó la calle y se atravesó en medio de los carros. Llevaba una falda negra, no tan larga, no tan corta, pero que dejaba ver sus largas piernas desde la mitad del muslo hacia abajo. Usaba unos tacones puntilla. Se veía enorme.
Cinco minutos después de haber rogado para que la atendieran tocó salir con caras largas. Aunque la funcionaria al parecer la reconoció y quería ayudarla, el horario de servicio había terminado y la notaria se había ido.
Le pregunté a Aura por uno de sus últimos días tristes y respondió que la muerte de su padre, don Heriberto Harry Geithner, fue el último día en que lloró amargamente.
Con ojos vidriosos y después de un hondo respirar contó que su padre, con quien estuvo distanciada por muchísimos años, falleció en 2009. También contó que en sus últimos meses de vida estuvo a su lado. Que las diferencias con su progenitor fueron sanadas, que murió en paz con ella y sobre todo muy orgulloso de su hija, a quien le pidió perdón por intentar cortarle las alas cuando quiso volar por sus propios méritos, verdadera razón del distanciamiento entre ella, él y Harry Gaithner, el hermano gemelo de Aura, quien también se alejó de su hermana, en apoyo a la decisión de don Heriberto.
– Eran tiempos diferentes. Donde el hombre de la casa mandaba sobre qué se tenía y qué se podía hacer. Ese tipo de autoridad fue haciendo mella en mi. Comencé a odiar ese tipo de actitudes familiares. Era una chica muy rebelde, no iba con eso y terminé volándome de mi casa – Es la última versión de Aura sobre su pelea familiar que duró más de 20 años.
Si hubiera seguido los parámetros familiares y las órdenes de su hogar, los televidentes nos hubiéramos quedado sin conocer la belleza, la sensualidad y la calidad artística de Aura Cristina Geithner.
Terminó confesándome que le encanta andar en pijama y sin maquillaje. Que ama ir a cine con su hijo de 16 años a quien ha criado sola. Que le encanta ver películas arrunchada en su cama comiendo donas y postres y que si no hubiese sido la Aura Cristina sexy que hoy muchos amamos hubiese sido una gordita feliz.
La diva que no se dejó cortar las alas
Jue, 05/03/2015 - 13:28
Cuando en el consejo de redacción de KienyKe.com el editor de la revista propuso su nombre para entrevistarla, preguntó textualmente: –¿Quién quiere a Aura Cristina Geithner