Una jueza envió a prisión a 10 policías supuestamente implicados en el asesinato de tres jóvenes el pasado 25 de julio en la localidad de Chochó, en el departamento de Sucre, informó este jueves la Fiscalía.
La institución detalló en un comunicado que la investigación arrojó que los patrulleros Uber Guillermo Mieles Arroyo, Diana Marcela Puerta Rodríguez, Bernardo Pontón Mercado y Leila Carolina Ávila Pestana retuvieron en la carretera que une a Chochó con Sincelejo a los jóvenes José Carlos Arévalo Contreras, Jesús David Díaz Monterrosa y a Carlos Alberto Ibáñez Mercado.
"Según la investigación las víctimas fueron obligadas a tenderse en el suelo donde habrían sido golpeadas y heridas con armas contundentes y cortopunzantes por los policiales, quienes presumiblemente y sin fundamentos alguno los relacionaron como responsables de la muerte del patrullero Diego Felipe Ruiz Rincón, ocurrido minutos antes", agregó la información.
La Fiscalía detalló que tras ser contactados por radio llegaron al lugar de los hechos, al parecer, el coronel Benjamín Darío Núñez, hoy prófugo de la Justicia, así como la subteniente María Camila Buriticá Valencia y los patrulleros Jesús María Bolaño Castro, Rafael Paz Barboza, Santiago Garavito Díaz, Yamit Alfonso Henao Araque y Álvaro Antonio Álvarez Ricardo.
Las víctimas, según la Fiscalía, "fueron obligadas a subir al platón de uno de los vehículos, en el que se subió el teniente coronel", quien supuestamente "accionó en varias oportunidades su arma de dotación" contra los jóvenes, de quienes luego los uniformados dijeron que eran miembros de la banda criminal Clan del Golfo.
El coronel Núñez, quien era comandante operativo de la Policía de Sucre y fue destituido del cargo, al parecer salió del país por Panamá y luego se dirigió a México aprovechando que cuando dejó Colombia no tenía orden de captura.
En relación con este caso, el pasado 4 de agosto el comandante del Departamento de Policía de Sucre, coronel Carlos Andrés Correa Rodríguez, fue relevado del cargo y otros ocho policías, incluida una mujer, también fueron separados de sus cargos.
Los familiares de los tres jóvenes han denunciado que los muchachos no pertenecían a ningún grupo armado y que se trata de un "falso positivo" policial.