Después de varios días de desesperación y zozobra por la desaparición del empresario Deivy Alberto Blandón Marín, la historia tuvo un trágico desenlace al encontrarlo sin vida al interior de un costal abandonado en el municipio de Bello, Antioquia.
El cuerpo fue encontrado en horas de la mañana en la avenida regional norte, cerca del barrio La Gabriela, mientras varios agentes de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá hacían patrullajes rutinarios y notaron que había un bulto extraño en una alcantarilla.
Así hayaron al empresario Deivy Blandón en Bello
Los policías se bajaron y para su sorpresa, era el cadáver del empresario cubierto en papel chicle o plástico y dentro de un costal, una modalidad de homicidio que suelen utilizar las bandas criminales en Colombia. De inmediato notificaron a las autoridades competentes para hacer el respectivo levantamiento del cuerpo y llevar este a Medicina Legal.
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Fue allí donde pudo ser identificado como Deivy Alberto Blandón Marín, quien había sido visto por última vez el pasado miércoles 5 de julio entre los sectores de Industriales y Exposiciones de Medellín, Antioquia. Vale la pena contar que el cuerpo de Blandón Marín fue encontrado en una vía donde ya se han encontrado ocho personas más, en su mayoría embolsados o encostalados.
Por esta razón, desde diciembre de 2021 esta vía presenta restricciones para movilizarse desde las 10:00 p. m hasta las 5:00 a. m. Sin embargo, de alguna manera se las arreglan porque allí siguen apareciendo cadáveres que tienen en común que son desaparecidos y luego asesinados de forma violenta.
La Policía Metropolitana del Valle de Aburrá ya abrió una investigación para establecer los móviles que habría detrás del homicidio del empresario de 41 años. Hasta el momento se desconoce qué banda criminal puede estar detrás de este homicidio que estremece a Medellín.
El mensaje tras la práctica de desmembrar cadáveres
Como macabros, así podrían considerarse los últimos hechos de violencia que se han registrado en Medellín, dentro de costales o sábanas en varios sectores de la ciudad. La práctica trae tristes recuerdos, asociados a la época de la violencia en los años 90, ya que este tipo de escenas eran muy cotidianas no solo en la capital de Antioquia sino en todo el país.
al ser hallados con estas características es más difícil identificar a los autores de los crímenes. Además porque algunas de las víctimas son desmembradas. Germán Antía Montoya, docente de la Facultad de Derecho y Ciencias Forenses del Tecnológico de Antioquia, tanatopráctico y necrólogo, en diálogo con Kienyke.com, manifestó que este tipo de prácticas tienen la finalidad de impedir la identificación de la persona y enviar un mensaje de terror a la sociedad, como se hacía en la década de los 80 y 90 en Colombia.
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Desmembrar o embolsar un cuerpo "es una secuela de la cruda violencia por la que ha pasado la ciudad, pero con la diferencia de que esos crímenes los cometían grupos paramilitares y los de hoy aún no se ha podido establecer sin son cometidos por bandas dedicadas al narcotráfico o por delincuencia común", manifestó Antía.
Estos hechos no dejan de encerrar todo un entramado macrabro y es que según indicó el experto y gracias a los avances de las ciencias forenses, se ha podido establecer que en dos de los casos el desmembramiento inició cuando las víctimas estaban con vida. Para Antía, además de que los responsables quieren deshacerse de los cuerpos y entorpecer la investigación - porque dejan partes de los cadáveres en distintos lugares-, lanzan un mensaje extremadamente violento y sangriento al aplicar esta modalidad que normalmente requiere de algún tipo de entrenamiento.
Estas situaciones, cerró el experto, deben hacer reflexionar a la sociedad sobre la necesidad de hacer un estudio social del delito y, de esta manera, "tener mayores herramientas académicas, científicas y sociales para prevenir este tipo de hechos", puntualizó.