La Alcaldía de Bogotá es de lejos una de las que más polémicas ha generado por cuenta de sus medidas a lo largo de estos ya tres años de gobierno, debatiéndose entre el amor y el rechazo de su propio electorado. La más reciente de estas situaciones llegó por cuenta del paquete de medidas anunciadas para los motociclistas en la capital, que ya deja una jornada de disturbios y el anuncio de su continuación por los colectivos moteros.
En resumen, las medidas adoptadas por la alcaldesa Claudia López incluyen la creación de un “Comando contra el atraco”, la asignación de mil policías para la ciudad, de 120 uniformados específicamente dedicados a labores de inteligencia, presencia militar en entradas y salidas de la ciudad, refuerzo policial en Ciudad Bolívar y el aumento a cinco mil millones por el líder disidente ‘John Mechas’ (autor intelectual del atentado en Bogotá que provocó la muerte de dos menores de edad).
No obstante, lo que produjo la cólera de los moteros no fue precisamente esto, sino cinco medidas más que interfieren directamente en el día a día de los ciudadanos: la vinculación de los establecimientos nocturnos a una red de seguridad; la prohibición de reuniones en parques, plazoletas y plazas públicas entre 10 pm y 4 am; el cierre de clubes nocturnos con actividades fuera del marco legal; así como la obligatoriedad de indumentaria con placa para los moteros y restricción de parrillero en las noches de jueves, viernes y sábado.
Los dos últimos puntos, el de la indumentaria y el parrillero, son los que mayor controversia han generado. Este último, por ejemplo, no permitirá a ningún motociclista llevar parrillero entre las siete de la noche y las cuatro de la mañana en los días antes mencionados y a partir del 14 de abril. Medidas ampliamente criticadas pues hay quienes las consideran discriminatorias para uno de los transportes más usados por los bogotanos.
De hecho, exigencias como el de llevar la placa en la indumentaria corresponden a medidas del pasado y que fueron finalmente eliminadas. Hoy regresan como un alivio frente a la oleada delincuencial y terrorista de Bogotá, dejando a su paso una molestia generalizada que ha llevado a los motociclistas a las calles para protestar.
Así las cosas, poco tiempo después de anunciadas las medidas, la presión sobre la alcaldesa creció tanto que incluso se vio obligada a establecer excepciones para la circulación con parrillero. Ahora, este no dará lugar a sanción para los trabajadores de seguridad pública o privada, las aseguradoras, cuando se esté usando conductor elegido, exista una emergencia o la moto sea usada para transportar personas en condición de discapacidad.
“Los motociclistas son ciudadanos trabajadores, solidarios y listos a aportar por el bienestar y seguridad de ellos y de todos. Solo una de las diez medidas que adoptamos Policía, Fuerza Pública y Alcaldía, ha generado discusión. Hemos dialogado y acogido cambios en pro de todos”, trinó la mandataria local.
Claudia López, entre los moteros y la inseguridad
Las medidas de Claudia López han generado una airada reacción de los motociclistas, quienes se rehúsan a dejar que se les relacione con los problemas de inseguridad en Bogotá. Es más, quizá la medida no llegaría a ser tan polémica, si la propia alcaldesa no hubiese salido a avivar el fuego asegurando que “los sicarios no matan gente en patineta ni en bicicleta, matan gente desde motocicletas”.
“Una gran parte de los atracos, uno de cada diez atracos, son de moto ladrones organizados, que son una minoría, esto no lo estamos haciendo para afectar a nadie sino para cuidarnos a todos (...) Se les está pidiendo que se sumen a estos esfuerzos con dos acciones mínimas: que porten identificación pública y visible y que no tengan parrillero solo tres días”, manifestó la alcaldesa en una alocución.
Más allá de la polémica, está claro que la alcaldesa Claudia López está en una encrucijada entre responder a las peticiones de los motociclistas que se resisten a las medidas y una inseguridad creciente que alcanzó picos preocupantes con la bomba en Ciudad Bolívar. La cosa es, basados en los datos, ¿qué tanta razón podría tener Claudia López para afectar esas franjas horarias específicas?
Lo primero que hay que saber es que si bien el total de delitos entre enero y marzo de este año se redujo un 38,1% con respecto al mismo periodo de 2021, este año se han presentado 28.538 delitos en la ciudad, según la Secretaría de Seguridad. De ese total, 214 fueron homicidios y 29.072 hurtos en sus diferentes modalidades.
En lo que corresponde a los homicidios, en efecto, conforme lo asegura la alcaldesa López, los días más críticos son los jueves en la noche (con 18 casos), viernes en la noche (14), sábado en la noche (12) y domingo en la madrugada (19). En total, en esas franjas horarias intervenidas han sido asesinadas en la capital un total de 63 personas.
En relación con las localidades más afectadas por este flagelo, lideran Ciudad Bolívar, Kennedy, Rafael Uribe Uribe, Bosa y Suba. Precisamente, el primer lugar de este lamentable ranking se lo lleva la localidad donde se presentó el atentado mortal de las disidencias de las Farc.
Entretanto, la categoría más grave de robo que es la de “hurto a personas” y que ha presentado en lo corrido del año 15.798 casos, reporta una actividad principal de lunes a viernes en la mañana y en la tarde. En esta franja se han presentado por lo menos 10.637 hurtos.
En cuanto a las localidades más afectadas por este flagelo, lideran Kennedy, Engativá, Suba, Chapinero y Usaquén. En eso habría que meter la claridad que hizo la alcaldesa de que 1 de cada 10 atracos se realizan desde una motocicleta y esto más que un tema de percepción es un sol difícil de tapar con un dedo y más cuando se ha visto el incremento de casos en los que los criminales han optado por la motocicleta para su huida.
En diálogo con RCN, el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, Eliecer Camacho, este año ha aumentado en un 7% el uso de motos al momento de cometer un ilícito y al menos “el 11% de los delitos que se cometen en estos tres días (los señalados por la alcaldesa) son cometidos desde motocicletas”.
No obstante, si hay algo cierto en todo esto es que los criminales son una minoría dentro de los moteros y un discurso como el reafirmado este martes por Claudia López puede caer en la estigmatización de un grupo importante de ciudadanos de la capital (siendo uno de los medios de transporte más comunes). Sin embargo, por otro lado, ¿cómo se desconoce el hecho de que también sea el preferido por la delincuencia para huir? ¿Qué otras medidas podría adoptar la administración?