Más de 30 mil hinchas llegaron la tarde de este viernes al Campín de Bogotá. Venían de todas partes de Colombia a una fiesta sin antecedes para despedir a la selección y blindarla de buen ánimo para su viaje a Rusia, donde se jugarán la vida por el triunfo de Colombia en el Mundial.
Y Bogotá estuvo engalanada para el encuentro que más que un partido fue un show, cuya apertura se dio por las calles de la ciudad en un bus que llevaba a las estrellas. Los hinchas se abarrotaron en las puertas del estadio porque no era fácil obtener las entradas que corrían por cuenta de los patrocinadores del equipo.
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Todos esperaron con ansias a Falcao García, quien por fin logrará cumplir la meta de jugar un mundial. Hace cuatro años una lesión de ligamento cruzado le arrebató la oportunidad de brillar en Brasil. Pero como el ave Fenix, el Tigre se levantó de las cenizas, como dijo "con fe y la ayuda de Dios", para demostrar que lo imposible solo estaba detrás de las redes del gol.
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Hasta calle de honor hubo para él, James, Cuadrado y los demás jugadores, que fueron entrando al recinto, uno a uno y recibieron menciones y honores antes de empezar el esperado partido donde Colombia jugó contra Colombia, y por una sola vez en la vida, el estadio entero gritó a favor de los dos oncenos.
Caterine Ibarguen, Maluma y fuegos pirotécnicos... en fin, una tarde llena de sorpresas, y un respiro, en medio de las tensiones políticas que se presentan esta víspera de elecciones. En el Campín, todos los hinchas estaban vestidos de amarillo, unidos por una sola causa: el fútbol.
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El slogan, "A Rusia 2018 los acompañan un sueño, tres colores y 50 millones de corazones", acompañará a Pekerman y a su cuadrilla hasta el Campeonato del Mundo. La alegría de los futbolistas es la misma de los aficionados, que con ansias esperan al 19 de junio para el primer partido del equipo ante Japón. Incluso, como un niño tímido, David Ospina confesó que se soñó con el trofeo en sus manos.
Hasta el mismo José Pékerman, usualmente tímido y distante, le manifestó su cariño a la gente antes de partir a Rusia. El entrenador argentino le dijo a los seguidores "que los guerreros dejarán la bandera del país en lo alto".
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No hay reversa para una Colombia esperanzada que pretende, por lo menos, llegar a los cuartos de final, como en el último Campeonato del Mundo. Los futbolistas ahora son más maduros, y se sienten seguros para luchar por el título.
Alemania, Brasil, Argentina y España se posicionan como las favoritas al trofeo debido a su historia en el 'deporte rey', pero los jugadores colombianos llegarán a Rusia a sudar la camiseta amarilla y, como dijo Carlos Sánchez en la concentración de la 'tricolor', "los sueños se persiguen, se trabajan y se alcanzan".
Este sábado los futbolistas colombianos partirán hacia Milán y enfrentarán a Egipto en un partido amistoso el primero de junio. Luego el destino será Rusia para medirse a Japón, Polonia y Senegal.
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