No pocas veces una rencilla política en Colombia se sube de tono, pero si es raro que esta situación se presente entre dos personalidades fuertes de la política nacional. Sin embargo, así sucedió esta semana con el fuerte encontronazo entre Álvaro Uribe Vélez y Daniel Quintero por la seguridad en Medellín.
Todo comenzó precisamente por varias críticas del expresidente Uribe sobre la gestión de Quintero: “Si el Alcalde de Medellín como es de guapo con quienes se preocupan por la ciudad, o lo critican, fuera siquiera la mitad con los violentos, no habría inseguridad”, fue una de las pullas que le mandó.
Además, en un conversatorio con jóvenes Uribe aseguró que si él fuera presidente, asumiría la seguridad en Medellín y Bogotá. "Yo veo que al alcalde de Medellín no le interesa la seguridad”, dijo.
Daniel Quintero respondió de inmediato, asegurando que “el expresidente Uribe quiere que volvamos a la política de las Convivir y de la Operación Orión. Eso no va a pasar en nuestra administración”.
Luego de eso, siguieron toda una serie de retos en los que se hizo frecuente la palabra “guapo” (que en Colombia es sinónimo de valiente). El mandatario paisa no se quedó atrás y puso el dedo sobre la herida de los Falsos Positivos: “6402 jóvenes, la mayoría de Antioquia, hubieran preferido un Presidente menos guapo”.
Y el duelo continuó, esta vez con acusaciones de Uribe de que Quintero fue elegido con ayuda de “combos violentos” de la ciudad de Medellín. “Qué se le puede pedir en honestidad si tiene el compromiso de obtener rentas corruptas de la contratación”, cuestionó el político del Centro Democrático.
Desde el pasado miércoles los ánimos entre ambos venían caldeados por cuenta de la abucheada que se llevó Daniel Quintero en el partido de Atlético Nacional contra Santa Fe para los cuartos de final de la Copa Betplay, disputado en el Estadio Atanasio Girardot. El alcalde le salió al paso a las críticas asegurando que se trató de “10 pelagatos gritando y miles aplaudiendo”.
Álvaro Uribe se burló de los términos utilizados por Quintero con una frase en su cuenta de Twitter: "En mi condición de pelagato, invito a los demás pelagatos a denunciar la corrupción de la Alcaldía de Medellín". A continuación el expresidente emitió varios mensajes intentando demostrar lo poco productiva que considera la gestión de Quintero e incluso llega a acusarlo de “ladrón” en una entrevista televisiva.
La pelea en Twitter se dio como parcialmente zanjada luego de que el expresidente Uribe decidiera bloquear a Daniel Quintero, no sin antes llevarse una última pulla por parte del alcalde de Medellín que lo retó a deshacer su decisión y seguir debatiendo.
Reacciones a la pelea de Álvaro Uribe y Daniel Quintero
El enfrentamiento entre los dos políticos antioqueños no pasó desapercibido para una gran parte de los colombianos, muchos de los cuales no vieron bondad en los argumentos esgrimidos en cuanto se alejaron de la discusión política y cayeron en el plano del enfrentamiento y los ataques personales.
No obstante, también hubo quienes tomaron parte en esta disputa que se extiende a un origen mucho mayor que la última semana. No hay que olvidar que, en su momento, cuando Quintero ganó la alcaldía de Medellín se decía que el uribismo había perdido en su propia casa. Un hecho que le ha acarreado una feroz resistencia desde el día uno de su mandato.
También cabe mencionar que desde tempranas horas del 15 de septiembre se veía venir este rifirrafe, luego de que Daniel Quintero acusara a Uribe de presionar a los concejales del Centro Democrático para votar a conveniencia y “prohibirles hacer control político y visitar filiales de EPM en el exterior”.
“Si a Uribe le parece tan importante el Concejo, pues que se vuelva concejal”, aseguró el alcalde paisa.
Todo esto, por cuenta de un viaje realizado por algunos concejales a México para verificar las filiales de EPM en dicho país. Un viaje que ha encontrado varias posiciones en contra, entre ellos la del expresidente Uribe, quien regañó a sus concejales asegurando que se toman “en chiste” el partido y que dichos viajes no deberían hacerse en tiempos en los que el Gobierno busca austeridad.