El conflicto entre Israel y Palestina actualmente ocupa el primer lugar de irritantes diplomáticos en el mundo, toda vez que sobre la mesa está el rápido avance de la violencia en Gaza, uno de los conflictos político-religiosos más antiguos del mundo y la amenaza de vinculación militar de poderosos países en la guerra. Una situación que abre, cada vez más, la vía a un conflicto global que ha llegado incluso a tensionar la política interna y exterior de Colombia.
Marcos Peckel, profesor de la facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario y director de la comunidad judía en Colombia, realizó en Kienyke.com un análisis profundo de este conflicto desde la perspectiva Israelí, así como relató cómo ha vivido su pueblo esta coyuntura y las declaraciones públicas del Gobierno colombiano. Más impactantes durante las últimas semanas, teniendo en cuenta el llamado a consultas del presidente Petro a su embajadora en Israel, Eliana Manjarrez Herrera.
Para Peckel, todo este conflicto ha marcado la agenda internacional y ha despertado tanto interés precisamente porque el pueblo judío está involucrado. “Hace apenas un par de meses vimos una completa limpieza étnica en Armenia por parte de Azerbaiyán y eso a nadie le importó (...) Pero cuando se trata del conflicto palestino israelí todo el mundo opina, todo el mundo sabe, y eso tiene que ver con que uno de los lados somos los judíos”, señaló.
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Sin embargo, hace especial énfasis en que una gran mayoría de las lecturas negativas hacia Israel las considera erradas al partir, la mayoría de ellas, de la noción de que Israel está en guerra con Palestina: “Israel está enfrentando a Hamás, que es una organización capaz de cometer los actos de sevicia y salvajismo que vivimos el pasado 7 de octubre”. Aún así, asegura que sobre su comunidad se ha creado una fuerte propaganda que ha despertado una gran ola de antisemitismo en el mundo.
“Es lamentable que cada vez que algo ocurre allá ese antisemitismo sale del clóset en muchas personas y grupos políticos. Me parece increíble que algunas personas que se presentan como grandes defensores de derechos humanos, sean incapaces de condenar lo que ocurrió”, aseveró Peckel, refiriéndose al ataque de Hamás a Israel del pasado 7 de octubre.
En Colombia, por ejemplo, la comunidad judía se muestra consternada por los ataques en redes sociales, los grafitis pintados en la embajada israelí en Bogotá y en términos generales el académico asegura que los judios en Colombia comparten la misma preocupación que su comunidad en el resto del mundo: poca seguridad originada en mensajes masivos en contra de Israel. No obstante, eso sí, precisa que en Colombia han contado con el apoyo de las fuerzas de seguridad del Estado: “Nos han acompañado en estas circunstancias, siempre lo han hecho y no creemos que eso vaya a cambiar”.
¿Colombia podría tener un papel en la paz?
Actualmente las relaciones de Israel y Colombia han estado algo tensionadas por cuenta de las declaraciones públicas del presidente Gustavo Petro condenando los bombardeos e incursiones de Israel en Gaza. Acciones que para el presidente colombiano han sido desproporcionadas, incluso llegando al extremo de reevaluar sus relaciones con el estado judío y tener encontronazos públicos con el embajador israelí, Gali Dagan.
Sin embargo, el mandatario también ha empezado una cruzada para intentar aportar en diálogos de paz que puedan por lo menos reducir la violencia que se vive actualmente entre ambos actores, reuniéndose con los embajadores de los dos bandos. Un proceso que, aunque ambicioso, dista mucho de la forma de pensar del representante de la comunidad judía en Colombia.
“En este momento es prematuro hablar de paz, no hay posibilidad alguna en este momento de comenzar un proceso de paz entre Israel y los palestinos. Mientras Hamás esté ahí, no hay posibilidad; una vez Hamás no esté, eso no sabemos cuándo va a ser, ya se podrían volver a crear circunstancias favorables para retomar procesos de paz”, asegura el académico.
En ese eventual proceso, añade, “se podría enmarcar la participación de un país como Colombia, que mantiene bastante prestigio internacional”. Esto también, entendiendo que la comunidad ve con buenos ojos que se apoye la solución a partir del reconocimiento de dos estados que, de hecho, también es una idea que ellos apoyan.
Por otro lado, Peckel menciona que una posible ruptura de relaciones sería muy mala idea, toda vez que las relaciones entre Israel y Colombia son bastante estratégicas para ambos países en muchos ámbitos, sin olvidar que la comunidad judía en Colombia es de unos 7.508 mil miembros y cuenta con un importante apoyo popular, como se vio en las manifestaciones del pasado domingo 7 de noviembre en pro de la liberación de los israelíes secuestrados por Hamás.
Israel y Palestina, ¿hay caminos para la paz?
En la raíz del conflicto entre Israel y Palestina, explica Marcos Peckel, además del trasfondo histórico territorial, están los procesos de paz fallidos por el mismo tema que hoy convoca la guerra: el reconocimiento mutuo de existencia como nación, de “un Estado palestino que reconozca a Israel como el Estado Nación del pueblo judío” (y viceversa). Sin embargo, recuerda que la guerra actual de Israel es con Hamás y a ese grupo lo culpa de lo que le está sucediendo al pueblo palestino.
Quizás el antecedente más cercano es del 2000, año en el que se estuvo a punto de firmar la paz entre Israel y Palestina, pero que falló (según Peckel) por la renuencia del entonces gobierno palestino para aceptar la existencia de un Estado judío.
“En ese momento Yasser Arafat sacó de las cárceles a los líderes de Hamas que él mismo había encarcelado (y) esos señores de Hamás empezaron a mandar terroristas suicidas, muchos de ellos adolescentes, a ir a Israel con el único objetivo de matar judíos matándose ellos mismos. Una organización que adoctrina a sus propios jóvenes a que se pongan un cinturón de dinamita, vayan a un centro comercial, a una universidad, a un restaurante, a un bus, a una discoteca, a inmolarse, a ser mártires”, agrega Peckel.
Luego de eso, asevera, vienen varios puntos críticos del enfrentamiento: Hamás expulsa a la autoridad palestina de Gaza en 2007 y desde entonces se habrían lanzado desde esta zona cerca de 30 mil cohetes sobre territorio israelí. Todo ello, bajo el apoyo de países como Irán o Qatar, que asegura también ha apoyado financieramente organizaciones yihadistas en Siria.
“Irán es un país que ha declarado en repetidas ocasiones, en todos los foros multilaterales, que su objetivo es la destrucción de Israel, eliminar ese cáncer del Medio Oriente, como lo describen los ayatolás en Teherán. También ha financiado muchísimo a Hamás, a pesar de que Irán es un chiita y Hamás es sunita, acá hay una conjunción de intereses”, analiza Peckel.
En ese sentido, de acuerdo con el analista y director de la comunidad judía en Colombia, en este momento a Israel no le queda mayor opción que atacar hasta sacar a Hamás de Gaza y hacerlo en el menor tiempo posible, antes de que se vinculen directamente otros actores como Hezbolá, el propio Estados Unidos o “lo que queda de Siria”. Solo así, considera, se podría pensar en la paz desde Israel.