Cinco senadores del partido Centro Democrático le enviaron una carta a las Farc en la que le pidieron esclarecer la verdad, asumir responsabilidades, respetar a las víctimas, reconocer los hechos y pagar algún tipo de pena por los delitos cometidos durante el conflicto armado.
La misiva está firmada por Paloma Valencia, María Fernanda Cabal, José Obdulio Gaviria, Santiago Valencia y Alejandro Corrales. En ella le exigieron a los desmovilizados que, tras cuatro años de "gozar todos los beneficios que les concedieron", cumplan con los compromisos adquiridos en el Acuerdo de Paz.
Según dijeron, las familias colombianas todavía esperan conocer la verdad en relación con el narcotráfico, crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Los congresistas mencionaron que esperan conocer la responsabilidad de las Farc en la proliferación de los cultivos ilícitos, las rutas utilizadas, la relación con carteles nacionales e internacionales y el posible involucramiento de autoridades en la cadena del narcotráfico.
"La violencia en Colombia siempre ha estado financiada por los recursos ilegales del narcotráfico y la minería criminal. La delación por las Farc de sus socios, las rutas y el modus operandi de esos negocios es pieza fundamental para que el Estado colombiano avance en la derrota de los dos fenómenos. Nada sobre este tema han confesado los desmovilizados", dijeron.
Señalaron, por otro lado, que es importante conocer qué organizaciones políticas tuvieron relación con las Farc, cómo fueron los abortos forzados, la extorsión, el secuestro, las responsabilidades de las ejecuciones extrajudiciales practicadas al interior de sus filas y el reclutamiento de menores de edad en zonas rurales.
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"Esta es solo una muestra de las múltiples acciones terroristas y criminales sufridas por el pueblo colombiano a manos de las Farc (...) Colombia requiere el reconocimiento de todos los hechos violentos que cometieron en 50 años de desafueros; para que las nuevas generaciones y las que están por venir sepan los daños que la causaron a este país, y como Nación, comprendamos de una buena vez, que ningún ideal político amerita ni justifica la violencia", manifestaron.
Los senadores del Centro Democrático terminaron la carta diciendo que el camino recorrido por quienes se proclamaban insurgentes fue el camino de "la desolación y el dolor del pueblo colombiano" y que nadie más "debe ser premiado por dejar que la violencia se ejerza contra los colombianos".
