Pese a las denuncias de exceso de fuerza por parte de la Policía Nacional en las manifestaciones del 9 y 10 de septiembre en Bogotá, y el fallo de la Corte Suprema de Justicia que ordenó al ministro de Defensa presentar disculpas públicas por los excesos de la Fuerza Pública, especialmente durante el Paro Nacional del 21 de noviembre de 2019, esta acción de reconciliación no se ha producido.
El fallo ordenó al presidente de la República Iván Duque, que en los 30 días siguientes a la notificación de la decisión, expedir un acto administrativo para que en las manifestaciones sociales los funcionarios de la Rama Ejecutiva mantenga la neutralidad, conformar una mesa de trabajo par reestructurar las directrices del uso de la fuerza, así como otras acciones tendientes a proteger los derechos humanos durante la protesta social y garantizar ese derecho.
“ORDENAR al Ministro de Defensa que, dentro de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes el enteramiento de esta providencia, proceda a presentar disculpas por los excesos de la fuerza pública, en especial, aquéllos cometidos por los Escuadrones Móviles Antidisturbios de la Policía Nacional – ESMAD- durante las protestas desarrolladas en el país a partir del 21 de noviembre de 2019, las cuales deberán difundirse en el mismo término, por radio, televisión y redes sociales”, señaló la Corte Suprema en su fallo a una tutela.
Pese a esa acción judicial de segunda instancia, el ministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo negó que la fuerza pública incurra en excesos de fuerza, atribuyó estos hechos a casos aislados, señaló que se adelantan investigaciones contra los uniformados y, en lugar de pedir disculpas públicas, pidió a la Corte Constitucional revisar la decisión del alto tribunal.
En una comunicación posterior, el ministro Trujillo aseguró que ya había ofrecido disculpas públicas por los excesos de fuerza. “El Ministerio de Defensa Nacional se permite reiterar a la opinión pública que el 11 de septiembre de 2020, el Ministro de Defensa, en un acto espontáneo, sincero, transparente y respetuoso, ampliamente difundido, señaló que: "(…) la Policía Nacional pide perdón por cualquier violación a la ley o desconocimiento de los reglamentos en que haya incurrido cualquiera de los miembros de la institución", aseguró.
Frente a esta negativa de obedecer la orden de la Corte Suprema de Justicia, expertos señalan que podría estar motivada por intereses electorales del ministro Carlos Holmes Trujillo, y a la línea política del Centro Democrático -partido de gobierno- de respaldo a las fuerzas militares y Policía Nacional.
Las razones de esquivar el perdón
Politólogos consultados por KienyKe.com expresaron los factores que, a su juicio, motivan las maniobras esquivas y negativas del gobierno a pedir perdón público por los excesos de fuerza cometidos por las fuerzas armadas, militares y civiles, como en principio se considera a la Policía Nacional.
Para el doctor en Ciencia Política de la Universidad de Toulouse y profesor principal de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario Mauricio Jaramillo, “el perfil de Carlos Holmes, la ausencia de liderazgo y la línea dura y crítica del Centro Democrático hacen que sea muy difícil para el gobierno colombiano pedir un perdón un poco más sincero”.
“Creo que hay tres razones en términos generales, la primera: porque hay una línea ideológica del Centro Democrático, desde la llamada seguridad democrática de Álvaro Uribe, en la que se cree que cualquier autocrítica en materia de derechos humanos desmoraliza a las tropas”, afirmó Jaramillo.
Según él, esa falta de reconocimiento de errores e incluso violaciones al DIH, se evidenció, por ejemplo en la famosa Operación Jaque en la que se saltaron esas normas y se justificó con que era necesario para liberar a un grupo de secuestrados. “Cuando se bombardeó territorio ecuatoriano de nuevo. Ideológicamente para el uribismo la razón de Estado está por encima de cualquier consideración”, puntualizó Jaramillo.
“En segundo lugar creo que Colombia tiene un vacío de liderazgo muy grande, Duque, más allá de que lo esté haciendo bien o mal, tiene muy poco liderazgo, y eso hace que el presidente no pueda plantear una línea. En otros gobiernos, probablemente si el presidente dice: “Vamos a pedir perdón”, otros funcionarios de su gabinete le hubieran seguido la línea. Cada ministro dice, sale en falso, dice una cosa, dice otra y eso explica la salida en falso del ministro de Defensa”, agregó el profesor de la Universidad del Rosario.
“Tercero, considero que también tiene que ver el proyecto político de Carlos Holmes Trujillo que consiste, básicamente, en reagrupar a todos los sectores conservadores, Cambio Radical, Centro Democrático y él surgir como el líder. Me parece a mí que lo que está tratando de probarle a los sectores más radicales es que él sí tiene el valor para desafiar a las cortes, los líderes sociales, los medios, las redes sociales y críticas internacionales que empiezan a surgir”, agregó Jaramillo.
Esto último, debido a que el ahora ministro de Defensa, no solo ha pasado de ser asesor internacional de la campaña del candidato presidencial Iván Duque, a Canciller y actualmente ministro de Defensa, sino que ha tenido un recorrido amplio en la carrera al Ejecutivo. En 2010 fue fórmula vicepresidencial de Óscar Iván Zuluaga, y hace poco más de un año aseguró “claro que sí, yo voy a aspirar”, cuando se le preguntó en un evento académico de la Universidad Eafit de Medellín, si iba a aspirar como candidato a las elecciones de 2022.
“Lo que la gente en redes sociales, sobretodo identificada con derechos humanos, ve como salidas en falso, posiciones erráticas, contradictorias, nocivas, yo creo que hay muchos sectores de la centro-derecha, la derecha y la extrema derecha que lo ven como un salvador en medio de una andanada progresista muy riesgosa”, concluyó el profesor Mauricio Jaramillo.
En esa misma línea se sostuvo el doctor en ciencia política por la Universidad de París y profesor titular de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos, Universidad del Rosario Yann Basset, quien aseguró a KienyKe.com que la posición que ha asumido el gobierno frente al perdón por los excesos de fuerza, es una cuestión ideológica “al querer satisfacer al partido del presidente que percibe cualquier excusa como un ataque a la Policía”.
“Como de cierto modo, estamos en precampaña anticipada para 2022 y la candidatura oficialista dependerá del visto bueno de Uribe, los funcionarios rivalizan de celo en el apoyo a la fuerza pública”, señaló Basset.
Explicó que, sin embargo, esa posición con fines electorales puede ser un arma de doble filo para los aspirantes a candidatos del Centro Democrático. Si bien la radicalización que han mostrado algunos miembros del partido, como Carlos Holmes Trujillo, puede servir para obtener el aval de los sectores más extremos de la colectividad y el mismo líder natural, esa postura podría tener el costo político del rechazo de la opinión pública.
“Para los precandidatos de Centro Democrático que están en el gobierno o en el Congreso, la radicalización sirve para obtener el guiño de Uribe, pero aísla peligrosamente el partido de la opinión pública en general, y al gobierno con él”, explicó.
Jaramillo y Basset sostuvieron que no es una buena posición para el gobierno del presidente Iván Duque negarse a pedir perdón por los excesos de la fuerza pública, porque podría afectar en la búsqueda de gobernabilidad. La crisis de la pandemia le dio el apoyo ciudadano y político para afrontar de mejor manera al Covid-19, pero de cara a una pospandemia, esa coalición que logró formar el mandatario podría venirse al piso si continúa enfrentando a los diversos sectores políticos.
De prosperar la moción de censura al ministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo, este sería el segundo jefe de esa cartera, después de Guillermo Botero, en abandonar el puesto por cuestionamiento a las directrices que imparten a la Fuerza Pública y el accionar del Ejército y la Policía Nacional.
“En todo caso, eso es desafortunado en un momento en que el gobierno buscaba ampliar su base política para la gestión de la crisis pos-pandémica. Quizás no directamente pero a la larga, socava los esfuerzos del presidente para ampliar su coalición”, puntualizó el profesor Basset.
La posición del uribismo
Pese a las constantes críticas y aunque algunos miembros del Centro Democrático han rechazado públicamente los excesos de fuerza denunciados de la Policía y el Ejército, los miembros del partido de gobierno se sostienen en afirmar que el Ejecutivo no debe pedir perdón público por estos hechos, al menos hasta el momento.
Según la senadora María Fernanda Cabal, quien compartió su opinión con KienyKe.com, el gobierno no debe pedir público debido a que hasta el momento no se ha seguido un debido proceso que determine la culpabilidad de la fuerza pública en los excesos de fuerza que se han denunciado, al menos desde el Paro Nacional del 21 de noviembre de 2019, por cuanto hasta el momento no existen condenas judiciales sobre esos hechos.
Así mismo, Cabal sostuvo que la Corte Suprema se extralimitó porque por medio de tutela “no había lugar” para la decisión que tomó el alto tribunal. "Es un escenario de litigio estratégico donde las organizaciones de izquierda saben que encuentran eco en algunos jueces y magistrados. Es la destrucción del Estado de Derecho”, señaló.
Los miembros del partido de gobierno se han sostenido en afirmar que la orden de la Corte Suprema no protege un derecho tutelable. Así mismo han avocado a la separación de poderes para afirmar que el alto tribunal no puede ordenar al Ejecutivo en sus acciones políticas, por lo que continúan buscan una respuesta de la Corte Constitucional sobre la decisión.