El panorama legal para el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, se complica con la presentación de nuevas pruebas que lo vinculan con presuntas conductas delictivas.
Estas evidencias, surgidas de una investigación previa, han llevado a su llamado a juicio por parte de la Sala de Instrucción No. 2 de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia.
Según el expediente 384512, Álvaro Uribe, junto con un grupo coordinado y con su consentimiento, habría orquestado una estrategia para obtener testimonios y documentos falsos con el fin de socavar las acusaciones en su contra.
Esta estrategia presuntamente involucraba el pago a testigos para que falsearan información y la manipulación de decisiones judiciales.
Uno de los principales actores en esta trama sería el abogado Diego Javier Cadena Ramírez, designado por Uribe para contactar a testigos clave y persuadirlos de cambiar sus declaraciones.
Se señala que Cadena Ramírez, con la autorización del expresidente, ofreció beneficios a cambio de testimonios favorables, incluso llegando al punto de negociar con ex paramilitares.
La investigación revela encuentros específicos entre Cadena Ramírez y testigos dentro de centros penitenciarios, donde se habrían coordinado declaraciones falsas. Estos testimonios buscaban desacreditar las acusaciones contra Uribe y su hermano Santiago, así como contra el congresista Iván Cepeda Castro.
Las pruebas presentadas incluyen documentos firmados por testigos retractándose de sus declaraciones previas, así como vídeos elaborados bajo presión, en los que se señalan ofrecimientos de beneficios a cambio de testimonios favorables a Uribe.
Se destaca también la intervención directa del expresidente en este entramado, como lo demuestran las comunicaciones con Cadena Ramírez y su participación en la búsqueda de testigos dispuestos a cambiar sus declaraciones.
Estas acciones, según la Fiscalía, fueron ejecutadas con pleno conocimiento de su ilegalidad y con el objetivo de manipular el curso de la justicia en beneficio propio. Además, se señala que Uribe habría abusado de su posición política y social para influir en el proceso judicial.
Ante estas nuevas pruebas, la Fiscalía considera que Álvaro Uribe debe enfrentar un juicio por los delitos de manipulación de testimonios y obstrucción a la justicia, entre otros. Este caso representa un hito significativo en la historia judicial del país y sus implicaciones podrían ser de gran alcance en el ámbito político y legal colombiano.
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