La conformación de las listas al Congreso de la República dejó en evidencia las fracturas al interior de varias colectividades. El proceso desnudó los descontentos de líderes políticos desde la izquierda hasta la derecha. En el Centro Democrático, uno de los partidos más grandes del país, tres casos puntuales dieron luces de que el periodo preelectoral generó divisiones.
Tres congresistas vieron afectada su participación para las elecciones de 2022. Las quejas van desde el retiro de avales hasta la exclusión de las precandidaturas presidenciales. De hecho, estas situaciones suscitaron dos renuncias al partido.
El caso de Cabal fue el primero en explotar. La senadora impulsó su precandidatura presidencial y parecía quedarse con el afecto de las bases uribistas. Sin embargo, perdió en unas cuestionadas encuestas con Óscar Iván Zuluaga, quien se quedó con el aval para las presidenciales del año entrante.
Ante dicho escenario, los reflectores apuntaron hacia la vallecaucana para ser cabeza de lista. Pero, como segundo golpe, el expresidente Álvaro Uribe Vélez mantuvo su palabra y designó a Miguel Uribe Turbay para representar al uribismo. Esta jugada no le cayó bien a Cabal, quien previamente había señalado que no le parecía correcto que el excandidato a la Alcaldía de Bogotá fuera el número uno en la lista.
"Yo le tengo mucho respeto a Miguel Uribe, me parece magnifico si quiere entrar aquí, pero no es un buen ejemplo una cabeza de lista que haya votado por el sí, que venga del partido Liberal, de Cambio Radical, porque parece que este partido premia a los advenedizos y castiga a los propios y ese ejemplo no se puede dar en este momento, pero la decisión es de ellos", expresó previo a la elección de Uribe Turbay.
Tras esa jugada, Cabal anunció que sería el número 100 en la lista a Senado del Centro Democrático. Según comentó, luego de sus dos derrotas al interior del partido, dijo querer representar la curul más votada aún estando en la última posición del listado. De esta forma, quiso mostrar que pese a no ser elegida como candidata presidencial del partido y tampoco cabeza de lista a Senado cuenta con el respaldo de un número importante de votantes que vieron en su proyecto político la mejor opción.
El segundo caso a mencionar es el de la senadora Amanda Rocío González, quien consiguió la tercera mejor votación en los comicios de 2018, y que no tendrá aval para la contienda electoral del año entrante. La candidatura del exgobernador de Casanare, Alirio Barrera, habría sido el motivo por el que se le retiró el apoyo.
A través de un comunicado, la senadora dio a conocer que el pasado domingo recibió una llamada telefónica de Nubia Stella Martínez, directora del Centro Democrático, quien le manifestó la decisión tomada por dicha colectividad de negarle el aval, lo que le impide postularse nuevamente al Senado.
"Esta decisión según lo expresado por la Dra. Martínez, corresponde a una condición exigida por el Señor Alirio Barrera, para aspirar también al Senado como candidato único por la Orinoquía, violentando el principio de igualdad y el derecho legitimo adquirido que tengo de ser elegida, aun más en mi condición de aforada, y pregunto ¿Cuál es el temor de competir conmigo? ¿No se siente con la capacidad de hacerlo?", cuestionó la senadora.
Además, señaló que es lamentable que a escasas horas del cierre del proceso de inscripciones de listas al Congreso, de manera sorpresiva el Partido y el expresidente Álvaro Uribe, "haciendo uso de inusuales facultades" pretendan transgredir sus derechos, por lo que iniciará acciones jurídicas y políticas por la situación denunciada. Por lo tanto, renunció al partido.
Es clave señalar que, la senadora González y el exgobernador Barrera son primos. Lo anterior hace aún más llamativo el caso, ya que son ellos dos los que tienen los votos del uribismo en el Casanare, y según se entiende, el partido optó por respaldar a Barrera tras haber sido precandidato presidencial.
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Finalmente, es de reseñar la situación del representante Edward Rodríguez, quien después de un cúmulo de situaciones renunció al partido pese a recibir el aval para postularse al Senado en 2022. En primer lugar, hace unos meses fue excluido de la baraja de precandidatos presidenciales. Luego de confusas comunicaciones del Comité de Ética, el representante salió del juego, aunque no se dieron a conocer las razones por las cuales se había tomado tal decisión. Esos movimientos dejaron en evidencia las fracturas en el partido y, puntualmente, el poco respaldo hacia Rodríguez.
El pasado martes, el representante presentó formalmente su renuncia a la colectividad. A través de un comunicado señaló que el sueño que ayudó a construir en el partido desde su llegada en 2013 se desdibujó y ya no lo representa. Además, recordó el fuego amigo de los últimos meses.
"La dignidad no se negocia, fui maltratado por un "Comité de Ética" que me excluyó sin razón alguna de las encuestas del partido donde pedía solamente participar. Comité que ahora me avala para ser Senador de la Republica", detalló.
Rodríguez señaló que hubo diversos incumplimientos de parte de las directivas del uribismo. "La falta de palabra por parte de las directivas del partido, el constante maltrato y el desdén por las tesis que nosotros mismos hemos construido, me obliga a replantear mi camino, dar un paso al costado y renunciar a un partido en el que no quiero ser incómodo", reza el documento.
Y agregó: "Presidente, no todo vale y no todo se puede permitir. Me retiro con afecto del Centro Democrático, pero no de las tesis uribistas que ayudé a construir. Seguiré desde donde la ciudadanía quiera, sirviendo a mi ciudad y a mi País. Me voy con la cabeza en alto y por la puerta grande, sabiendo que siempre di lo mejor de mi y entregué mi corazón por esta causa. Siempre será un honor servirle a la patria".
