El humedal La Conejera, ubicado en el barrio Compartir de la localidad de Suba, cambió de cara por completo. Aunque en 2012 fue seleccionado por la Convención de Ramsar (organización mundial de humedales), como uno de los 14 mejores lugares del mundo para hacer turismo sostenible, desde hace seis meses el vandalismo se viene apoderando de sus espacios por la ausencia de vigilancia.
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Así lo aseguró en diálogo con
KienyKe.com Daniel Bernal, creador de la Fundación Humedales Bogotá.
"Hace unos dos años había tres vigilantes, ellos se encargaban de recorrerlo continuamente. Luego se pasó a uno que hacía labores muy pobres pero estaba presente, y desde hace seis meses no hay ninguno. Desde ese momento se presentan los problemas; destruyeron el ecobus y queman las señales, han atracado gente, prenden fogatas, consumen sustancias psicoactivas y hasta tienen relaciones sexuales".
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Se pierden los avances en el humedal La Conejera
Para el ambientalista, la situación es cada día peor. Según afirma, en este momento hay cambios en la administración de los humedales, por lo que pese a sus denuncias y advertencias constantes al Jardín Botánico y la Secretaría de Ambiente de Bogotá, no hay una respuesta clara sobre el futuro del ecosistema.
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"Pueden ser muchos meses en los que no se sabe qué va a pasar. Lo que se pide es algún tipo de vigilancia como siempre había. La comunidad vecina le ha colocado atención al tema pero no ha pasado nada y por el momento nadie da respuesta", sostiene.
En el espacio, uno de los humedales más contaminados de Bogotá en los años 90 pero que logró una exitosa transformación, solo hay intérpretes ambientales, aquellos guías encargados de los recorridos. Sin embargo, ellos no pueden hacer mucho por evitar que desconocidos saquen beneficio de la infraestructura, que como lo evidencian varias
fotografías, se está destruyendo poco a poco.
En ese sentido, Bernal cree que lo más conveniente es tomar medidas definitivas para que no se pierdan los avances alcanzados en el humedal La Conejera, recuperado y elogiado meses atrás.
"El humedal sufre cada vez más, especialmente su infraestructura. La gente no tiene la conciencia que debería respecto a estos lugares y no hay planes claros".
Para finalizar, el ambientalista recuerda que la recuperación de estos ecosistemas requiere un largo proceso de cuidado y atención. De ahí que haga un llamado a la ciudadanía y a las autoridades.
"La idea es que se apropien de sus espacios naturales, pero que entiendan que un humedal no es un parque para hacer asados, para tomar o pasear al perro. Por eso esperamos que retorne pronto la vigilancia".