Ante la polémica que causó el anuncio de la Alcaldía de Medellín de que cobraría a los propietarios de Bernavento, un edificio al occidente de la ciudad, su demolición por los problemas estructurales que presenta, la Secretaría General manifestó que no será así. El valor del derribamiento, que asciende a 2.467 millones de pesos, será cargado al responsable de los daños en la construcción.
Luego de que la Administración municipal declarara la situación del edificio Bernavento como calamidad pública y determinara una orden de desalojo para iniciar el proceso para derrumbarlo, se llegó a la conclusión de que el valor inicialmente será asumido por el Estado con el fin de garantizar la vida humana.
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La secretaria general, Verónica Orozco, explicó que quien haya sido responsable de los daños será quien pague. "Debemos generar una imputación y un juez será quien determine quien fue el responsable. Nosotros estamos obligados a interponer unas acciones judiciales y la Justicia determinará quién será el que responda por ese costo del derribamiento", comentó la funcionaria.
Igualmente, señaló que en los escenarios de responsabilidad social dados a partir de la información técnica con la que se cuenta en este caso, ha permitido que los propietarios de estas viviendas tengan la tranquilidad de no sacar dinero para dicha intervención.
"La claridad que queremos dar a propietarios y queremos contarle a la ciudadanía, es que en ningún momento al municipio de Medellín le interesa hacer el cobró exclusivamente a la copropiedad. Lo que queremos es, primero, que a estas personas afectadas seriamente en su patrimonio y en su vida se les resarza el prejuicio que han sufrido y, segundo, como Estado tenemos la responsabilidad de cobrar lo que podría ser para nosotros un detrimento patrimonial calificado por un órgano de control", puntualizó Verónica de Vivero.
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Jaime Enrique Gómez, director del DAGRD, también brindó detalles sobre el derribamiento del edificio Bernavento, el cual se realizará en el 23 de junio, si se cumple con todos los estudios de impacto ambiental y se cuenta con los permisos para el manejo de los explosivos.
Según Gómez, lo primero que se debe aclarar es que no será una implosión, porque la misma significa que el edificio quede convertido en escombros. Lo que se hará, en cambio, es derribar toda la estructura con excepción de los dos primeros niveles, que son los parqueaderos. "Este espacio nos sirve para almacenar los escombros de niveles superiores y para que no se afecten otras estructuras", explicó.
