La DEA tiene el ojo puesto en los miembros de la Farc. Recientemente Robert Patterson, director encargado de la organización, aseguró que cualquier incumplimiento por parte de los exguerrilleros serán observados de cerca, en especial en temas relacionados por narcotráfico:
"Miembros de las Farc tiene que entender que comprometen su seguridad si continúan metidos en el negocio. Si incumplen con los acuerdos de paz, entonces las reglas son diferentes. Eso es claro. Si siguen con los negocios serán judicializados", aseguró Patterson.
Estas palabras se dieron a propósito de la reciente captura de Jesús Santrich, uno de los miembros negociadores de las Farc en los acuerdos de La Habana y electo representante de la Cámara por la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.
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Patterson agregó que continuarán realizando vigilancia a las actividades delictivas que lleguen a realizar los hoy exguerrilleros: “Quedó claro que, si continúan con sus negocios, o delinquiendo, entonces los vamos a responsabilizar, y vamos a trabajar con el gobierno colombiano sobre qué significa eso”.
De igual forma se refirió a las acusaciones por parte de la Farc, que aseguraron que Santrich es inocente y que todo se trató de un complot en su contra con el fin de desvirtuar los acuerdos de paz y desestabilizarlos como partido político: "Nosotros trabajamos buscando justicia y ellos trabajan en tratar de influir la opinión pública".
Durante la misma rueda de prensa, se dio a conocer que el FBI incluyó en la lista de los 10 narcotraficantes más buscados del mundo a Rafael Caro Quintero. Se trata del jefe del Cartel de Sinaloa al que, según la Fiscalía Colombiana, Santrich le habría pintado un cuadro para cerrar el millonario negocio de envío de 10 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos.
La DEA también aseguró que Marlon Marín , sobrino de Iván Márquez, sí pertenece a la Farc y que era el encargado de recibir el dinero y manejar el envío de la droga a suelo norteamericano.
