En Quibdó, la capital del departamento del Chocó, las tiendas están cerradas, igual que los colegios y las escuelas. Los habitantes de esta zona del pacífico colombiano están cansados por el abandono por parte del Gobierno y por eso decidieron iniciar un paro cívico.
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La falta de agua potable que produce diferentes enfermedades, en especial en los niños, la muerte de 100 personas en lo corrido de siete años en la vía que de Quibdó conduce a Medellín, las carreteras agrietadas que hacen que los carros se balanceen y la falta de una óptima educación y atención en salud son algunas de las razones por las que los chocoanos quieren hacer sentir su voz.
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En un día de paro, el Comité Cívico por la Salvación y la Dignidad del Chocó entregó un balance positivo. Según estima, son 30 los municipios que están paralizados en su totalidad. El comercio, el transporte y las entidades no operan.
"Informamos que el Gobierno Nacional incumplió la promesa de enviar la comisión negociadora de alto nivel y con poder de decisión el día de hoy, para iniciar la negociación del pliego de exigencias. Por lo anterior convocamos una vez más a todas las fuerzas vivas de la chocoanidad a continuar con más fuerza y entusiasmo las actividades programadas en desarrollo del gran paro cívico departamental", señala la organización.
Las manifestaciones ocurren casi un mes después de que los chocoanos se movilizaran para expresar por qué no celebraban el Día de la Independencia, y a su vez anunciaran más reclamaciones en torno a sus preocupaciones.
Hospital San Francisco de Asís, en cuidados intensivos
A propósito de la situación, la Defensoría del Pueblo se pronunció y entregó un parte preocupante sobre el estado del prinicipal centro de atención de Quibdó. Aunque cuatro meses antes la entidad había realizado un diagnóstico, todo parece indicar que cada vez es más el deterioro.
"Los asesores médicos de la Entidad pudieron evidenciar que el servicio de urgencias contaba con una sobreocupación del 150%, donde resultan insuficientes las 42 camas disponibles y se debía acudir a camillas ubicadas en pasillos. Esta situación se complica por el represamiento en los traslados de los pacientes. Al momento de la verificación, los funcionarios del hospital reportaron 30 referencias pendientes y manifestaron que las EPS encargadas (Cafesalud y Comparta) no contestaban, y que cuando lo hacían encontraban dificultades para ubicar a los pacientes, siendo más crítico el panorama para los adultos mayores".
La Defensoría va más allá, y advierte que incluso hay escasez de implementos para atender a los enfermos.
"Sin lugar a dudas, uno de los hallazgos más importantes está relacionado con la falta de medicamentos disponibles para la atención de los pacientes. El personal médico aseguró no contar con insumos básicos como acetaminofén, antibióticos e inhaladores", precisó la entidad.