El Tribunal de Casación de Italia emitió una sentencia en la que declara legal la imposición fiscal de las propinas que cobran los dependientes, según comunicó este viernes el diario Italia Oggi.
La Casación "admitió el recurso de la Hacienda contra un jefe de recepción, que durante el año cobró 70.000 euros en propinas para después transferirlos al banco", informó el periódico.
Dicho jefe de recepción, contra el cual hizo el recurso la Hacienda, deberá finalmente pagar el impuesto sobre la renta por todo el dinero que cobró.
En ese sentido, el Tribunal deja por sentado que toda persona que reciba dinero en efectivo deberá declarar impuestos sobre lo recaudado, teniendo en cuenta que dicha ganancia se interpretará como ingreso de empleo.
Por lo tanto, el Estado italiano podrá recaudar impuestos de las propinas de todos los trabajadores que las reciben, en particular de camareros, chóferes, empleados de hoteles, etc.
Según explicó el ente que emitió el fallo, la legislación italiana establece que "la remuneración del trabajo de dependientes se compone de todas las sumas y valores en general (…) que se perciben durante el período impositivo, incluso en forma de donaciones, y están vinculados a la actividad laboral".