La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que la crisis económica que acarreó la pandemia por coronavirus en el mundo, podría provocar el cierre de 2,7 millones de empresas y la pérdida de más de 8,5 millones de empleos.
Según el estudio de la organización, “más de un tercio del empleo formal y un cuarto del producto interno bruto (PIB) de América Latina y el Caribe se generan en sectores fuertemente golpeados por la crisis económica derivada por la enfermedad del coronavirus (COVID-19)”.
El estudio establece que por la suspensión parcial o total de las actividades productivas, por las medidas de aislamiento necesarias para la prevención del contagio, resultaron varios sectores económicos afectados.
Los que más repercusión económica tuvieron son el comercio mayorista y minorista; las actividades comunitarias sociales y personales; hoteles y restaurantes; actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, y las manufacturas.
“La crisis golpea con mayor intensidad a los sectores industriales potencialmente de mayor dinamismo tecnológico y, por lo tanto, profundizará los problemas estructurales de las economías de la región. Esto significa que, si no se implementan políticas adecuadas para fortalecer esas ramas productivas, existe una elevada probabilidad de que se genere un cambio estructural regresivo que conduciría a la reprimarización de las economías de la región”, advirtió Alicia Bárcena secretaria ejecutiva de Cepal.
La empresas, según el estudio, presentan dificultades para cumplir con sus obligaciones salariales, financieras y para acceder a financiamiento para el capital de trabajo. Las más afectadas son las microempresas y pymes, que representan el 96,3% de las 2,7 millones de empresas que podrían cerrar a causa de la crisis.
“El impacto será muy diferente según el sector y el tipo de empresa. Varios de los sectores fuertemente afectados, como el comercio y los hoteles y restaurantes, cuentan con gran cantidad de microempresas y pequeñas empresas, que serán las más golpeadas. Por ejemplo, el comercio perderá 1,4 millones de empresas y 4 millones de puestos de trabajo formales, mientras que el turismo perderá por lo menos 290.000 empresas y un millón de puestos de trabajo”, informó la organización.
El informe asegura que las medidas más comunes tomadas por los gobiernos son la postergación de pagos y la mejora de acceso a créditos, sin embargo esto no resuelve la crisis de las empresas porque supone que estas generarán ingresos para cumplir con el pago de los créditos, pero las perspectivas indican que la recuperación económica será lenta y gradual.
El organismo propuso a los Estados miembros un total de 351 acciones para sostener al sector productivo ante la crisis. Estas medidas están agrupadas en liquidez, crédito, ayuda directa, protección del empleo, apoyo a la producción, y exportaciones.
Así mismo, Cepal propuso cuatro medidas que permitan dar respuesta a gran escala al fenómeno y evitar la destrucción de las capacidades productivas:
- Ampliar los plazos y los alcances de las líneas de intervención en materia de liquidez y financiamiento para las empresas.
- Cofinanciar la nómina salarial de las empresas durante seis meses para evitar la destrucción de capacidades.
- Realizar transferencias directas a los trabajadores autónomos.
- Apoyar a las grandes empresas de sectores estratégicos que resulten gravemente afectadas por la crisis.
“En particular, Cepal promueve la postergación o cancelación de los pagos de impuestos, imposiciones previsionales y contribuciones territoriales, o adelanto de las devoluciones de impuestos por lo menos hasta finales del 2020, así como la suspensión del pago de los servicios básicos (luz, internet y gas) sin pago de multas, hasta finales de 2020”, informó el organismo.
Así mismo, entre las recomendaciones se encuentra la flexibilización de las condiciones de crédito de tal forma que se extiendan los períodos de gracia a por lo menos un año y los plazos a cinco años o más, junto con reforzar las operaciones de crédito mediante la banca de desarrollo.
La medida de cofinanciación de la nómina salarial, la cual ya se encuentra entre las medidas del gobierno colombiano, podría costar hasta el 2,7% del PIB regional. “Por su parte, las contribuciones en efectivo a 15 millones de trabajadores costarían 0,8% del PIB”, señaló el organismo.
Finalmente, la Cepal volvió a insistir en las medias que ya había recomendado a los gobiernos del continente: bono de hambre e ingreso básico por al menos seis meses a las familias más vulnerables.
Así mismo anunció que se pronostica un cambio en las cadenas productivas industriales de América Latina, donde la tecnología tomaría fuerza y la diversificación de proveedores internacionales, que estén más cercanos al lugar de producción de las compañías, podría disminuir la vulnerabilidad de las empresas.