Un helicóptero y tres barcas de la guardia costera buscan en el río Patapsco, en Baltimore, a los al menos siete desaparecidos después de que el puente Francis Scott Key, que cruza esas aguas, se derrumbara por el choque de un carguero.
Las autoridades indicaron en una conferencia de prensa que agentes federales, locales y estatales participan en el dispositivo desplegado para afrontar lo que el alcalde de Baltimore, Brandon Scott, ha calificado de "tragedia".
La zona está cortada y la prensa solo puede acceder a cerca de 1,6 kilómetros de distancia del lugar. El puerto, uno de los más grandes y con más tráfico del planeta, ha sido cerrado hasta nueva orden, pero sí siguen operativos los camiones de carga y descarga.
El accidente tuvo lugar hacia las 01.30 hora local (05.30 GMT), cuando el carguero "Dali" chocó contra ese puente construido en 1977 y provocó su derrumbe.
Dos personas han sido rescatadas, una de ellas herida grave, y se busca a al menos otras siete, pero las autoridades descartaron ofrecer una cifra definitiva. En la zona se encontraban en ese momento trabajadores que estaban efectuando labores de reparación del asfalto y las autoridades han informado de que sus radares han identificado coches bajo el agua.
El secretario de Transporte de Maryland, Paul Wiedefeld, indicó ante la prensa que la baja temperatura del agua, su profundidad, de unos 15 metros, y la oscuridad cuando se produjo el suceso dificultan el trabajo.
El gobernador de Maryland, Wes Moore, ha declarado el estado de emergencia por el derrumbe, que ha bloqueado partes de la ruta I-95, la más importantes del este de Estados Unidos.
"Es una situación muy complicada", dijo en una de las muchas comparecencias que hay previstas a lo largo del día para ofrecer los últimos detalles.
El FBI forma parte de la investigación abierta, pero esto no implica que haya indicios de ataque terrorista, según se ha destacado. "En cualquier tipo de incidente como este estaría implicado", apuntó Wiedefeld, precisando que la búsqueda "sigue activa".