A lo largo de la historia de la NBA se han conocido impactantes lesiones que acaban con las carreras profesionales de los deportistas por su gravedad o por no tener una buena recuperación. El pasado martes en el inicio de la temporada 2017-2018 entre Cleveland Cavaliers y los Celtics de Boston se sumó otra a la lamentable lista.
Uno de los grandes fichajes de los Celtics de Boston, Gordon Hayward, se lesionó el tobillo izquierdo, luego de que todo el peso de su cuerpo cayera sobre este. El alero tuvo que abandonar el campo en camilla y con la incertidumbre de perderse toda la temporada.
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La lista de las lesiones es extensa, golpes y problemas que los jugadores se encuentran en la cancha ya sea con sus propios compañeros o elementos de las barreras, y hasta con el público. Una las lesiones que más impacto ha generado fue la de Paul George, en un partido de exhibición como parte del entrenamiento del equipo de Estados Unidos para el Mundial de 2014.
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Kevin Ware también le dio la vuelta al mundo del básquetbol por su fractura abierta de tibia y peroné. Los jugadores de Louisville, de la liga universitaria, quedaron impactados, minutos después del final del partido comentaron que no podían dejar de pensar en el accidente.
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Derrick Rose sufrió su lesión más famosa en la rodilla cuando disputaba un partido de 'playoffs' con los Chicago Bulls contra los Philadephia 76ers y que le costó estar los próximos dos años casi inactivo. El jugador no ha tenido temporadas regulares por constantes lesiones que no le permitieron consolidar una mejor carrera.
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Andrew Bynum en 2009 sufrió una grave lesión en una rodilla con los Lakers en un partido contra los Grizzlies. A partir de entonces, su carrera declinó. Su recuperación estuvo envuelta en polémicas y fiestas con mujeres Playboy.
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