Ibagué fue blanco de críticas debido a la cancelación del Jamming Festival, evento que se supone que traería progreso a nuestro municipio. Pero solo faltando un día se canceló esa “vuelta” y la gente se quedó con los “crespos” hechos y enfurecida por la incertidumbre del dinero pagado por los boletos.
Como dijo algún filósofo “Nos hicieron la jugada de la arepa” el Jamming en lugar de traer oportunidades, terminó trayendo desgracia y furia, ira que se vio reflejada en las instalaciones de Casas Babylon, es que tampoco daba para menos, muy ilusos si creían que la gente se iba a quedar con las manos cruzadas y “tumbada”.
Pero no hay mal que por bien no venga, el hecho más impactante –de primerazo- fue el susto por el dinero, que, por cierto, aún no hay claridad de cómo lo reembolsarán, porque sabemos que en el texto dicen una cosa, pero siempre tienen un as bajo la manga. En fin, la plata pasó a un segundo plano cuando comenzaron a salir las grandes, medianas y pequeñas empresas que ya tenían listos sus productos para comercializarlos, entonces imagínense, preparar durante toda una semana las cosas para hacer la “súper venta” y que un “güevón” un día antes del concierto le dé por aplazar el evento.
La gente en Ibagué no se quedó quieta, tocó empezar a escribirle a amigos, primos, tíos, sobrinos, novias… hasta a las amantes, porque no había de otra. Estábamos hablando de personas que tenían más de 1000 comestibles en producción, entonces, cuando todo parecía perdido, pasó lo inimaginable ¡IBAGUÉ DESPERTÓ!
Salieron posters en redes solicitando apoyo, y en pocas horas, las grandes plazas de mercado, públicas y privadas, comenzaron a solidarizarse con los afectados. Se organizó una súper feria que hasta el momento ha apoyado a más de 50 comerciantes. También se cuadró en menos de 24 horas, un concierto gratuito para los turistas, es así que hasta “La 33” -orquesta que se suponía que estaría en el Jamming- llegó a tocar en Ibagué.
Ibagué demostró que la gente es muy bacana, que “chimba” es ver como en la adversidad nos unimos más, pero lo maluco, es que sea solamente en esos momentos, pero bueno, es mejor a veces qué nunca ¿No?
En fin, conclusiones del fin de semana:
- El guayabo para la gente llegó sin siquiera tomarse un trago.
- Las vainas sí se pueden hacer en lo público, solo faltan ganas.
- La gente en Ibagué demostró que no solo somos capital musical, sino también una ciudad solidaria.
- Ya no compren boletas sin “stalkear” si el artista va a ir o no.
- Nunca perdamos lo que nos hace humanos y es esa hermosa forma de ayudar sin esperar nada a cambio, es muy bonito levantarse y no ver caras tristes en Facebook, sino al contrario, ver selfies con cara de ponqué y descripciones que dicen “Lo vendimos todo”.
Con esto finalizo esta columna, con expresiones coloquiales, no temamos ser como somos, si así hablamos ¿Qué podemos hacer? Una bonita semana, que Dios y la virgen los acompañe.
Ah, y recuerden ¡Siempre es un buen momento para ayudar