Esta semana se celebró en Bogotá el foro de CONALPE, el Consejo Nacional de Planeación Económica, con motivo de sus 50 años de existencia. El tema central del evento fue la relación entre economía, la inteligencia artificial, y los desafíos para la humanidad.
La inteligencia artificial es la tecnología más disruptiva y prometedora del siglo XXI. Su aplicación en todos los sectores productivo, social, militar y cultural puede generar grandes beneficios, pero también riesgos y dilemas éticos. Por eso, es fundamental que los economistas, políticos, empresarios y la sociedad en general reflexionemos sobre el impacto y el potencial de esta herramienta, y que se establezcan marcos regulatorios y de gobernabilidad adecuados.
El foro de CONALPE fue una oportunidad para escuchar a expertos nacionales e internacionales sobre las tendencias, los casos de éxito y los desafíos de la inteligencia artificial en la economía. Se abordaron temas como la transformación digital, la innovación, la competitividad, el empleo, la educación, la inclusión, la sostenibilidad y la ética. Se presentaron ejemplos de cómo la inteligencia artificial puede mejorar la productividad, la eficiencia, la calidad y la personalización de los bienes y servicios, así como facilitar la toma de decisiones fundamentadas en datos y evidencia.
Sin embargo, también se reconoció que la inteligencia artificial plantea retos importantes, como la potencial profundización la de brecha digital, la destrucción laboral, la desigualdad, la privacidad, la seguridad y la responsabilidad. Se advirtió que la inteligencia artificial no es una solución mágica, sino una herramienta que debe usarse con criterio y precaución, y que requiere de una visión estratégica, una inversión sostenida, una capacitación continua y de la participación ciudadana.
Para que un país como Colombia pueda aprovechar la tecnología y la inteligencia artificial para construir igualdad de oportunidades y no profundizar las inequidades, es necesario fortalecer el sistema educativo y fomentar el desarrollo de competencias en matemáticas, estadística y ciencias computacionales. “La educación ya no es el igualador” afirmó Sergio Clavijo exdirector de ANIF. Un título universitario, una maestría o incluso un doctorado ya no serán suficiente fuente de oportunidades en el mundo de la IA. Estas habilidades son fundamentales para formar a los ciudadanos del futuro, capaces de participar activamente en la sociedad digital y de generar soluciones innovadoras y pertinentes para los problemas locales y globales. Asimismo, se debe garantizar el acceso universal y equitativo a las infraestructuras y servicios digitales, así como promover una cultura de uso ético y responsable de la información y la tecnología. De esta manera, se podrá aprovechar el potencial de la inteligencia artificial para mejorar la calidad de vida, la inclusión social, la democracia y la paz.
En conclusión, el foro de CONALPE fue un espacio valioso de encuentro y diálogo necesarios entre la economía y la inteligencia artificial. Los desafíos son colosales para la humanidad y para los países emergentes como Colombia. Es prioridad que todos los sectores afectados abran este tipo de espacios y que se traduzcan en acciones concretas que aprovechen el potencial de la inteligencia artificial para el bienestar colectivo.