Decíamos la semana pasada que, sobre la media noche del 13 de abril, Irán lanzó una combinación de 170 drones, 30 misiles cruzados y 120 misiles balísticos sobre territorio aéreo israelí. El 99% de estos artefactos fueron interceptados y el saldo: una operación defensiva totalmente exitosa en términos militares.
Tanto la efectividad israelí como la coalición militar que se unió alrededor de la operación defensiva deja ver que en la región mientras Israel no es el mejor aliado para todos los países árabes, muchos de estos están en disposición de trabajar mancomunadamente para contener a Irán tal como lo expresan los Acuerdos de Abraham.
Después de varias horas de deliberación al interior del gobierno israelí, el mundo quedó en vilo porque hombres como Benny Gantz, prometieron una respuesta. Las maniobras fueron tan rápidas que, en menos de una semana, la Casa Blanca confirmó que el gobierno de Israel estaba detrás de una explosión cerca de Isfahán. Así lo tituló el JPost “Israel strikes Iran, defense officials confirm”. La misma táctica se replicó en Siria e Iraq respectivamente.
De tal suerte, el pasado viernes 19 de abril, en entrevista que se pudo ver por NBC News en “Top Story with Tom Llamas”, el ministro de asuntos exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahian, soltó algunas pistas de lo que viene sucediendo entre Israel e Irán.
Amir-Abdollahian afirmó irónicamente que lo sucedido no había sido en estricto sentido un golpe militar, sino un juego infantil y que los misiles/drones eran como una suerte de juguetes para que los niños iraníes se divirtiesen, y no una operación militar aérea como se informó por algunos medios. Enfatizó que mientras los intereses del régimen no sean objeto del aventurismo israelí, Irán no tomaría ninguna reacción. Si lo hace, la respuesta será rápida y contundente, afirmó el ministro. Vale la pena preguntarse, ¿es un juego infantil que las instalaciones nucleares en Irán sean tan vulnerables como su espacio aéreo?
Ahora, el mismo Amir-Abdollahian dijo que la respuesta del pasado 19 de abril fue apenas una advertencia de Irán a Israel porque pudieron haber golpeado Haifa y Tel Aviv. Recalcó que Irán tiene en la mira todos los puertos económicos de Israel; no obstante, respetará la línea roja y esa es precisamente la población civil, “solo tenemos propósitos militares”, insistió el alto funcionario. Ahora bien, ¿Irán desplegó un golpe aéreo con 300 artefactos con solo objetivos militares sin que impactara a la población civil? Y, por demás, si fue solo una advertencia, ¿por qué a un costo estratégico tan alto?
El significado de la respuesta de Israel está en que el golpe fue cerca de la ciudad de Isfahán donde está anclada una de las centrales nucleares más importantes de Irán. Y así como las instalaciones nucleares no fueron afectadas ni tampoco se reportaron daños, según los medios iraníes, si deja muchas dudas sobre la vulnerabilidad del sistema de defensa aérea iraní. El valor estratégico del sitio la explicaron, para el Washington Post, Adela Suliman, Emily M. Eng y Samuel Granados en su breve (pero muy conciso) artículo titulado: “Isfahan, apparent site of Israeli strike, is home to Iranian nuclear facilities”.
En tanto que los medios en Irán le restaron importancia al ataque, del lado de Israel solo hubo el acostumbrado silencio que caracteriza a este tipo de operaciones. El gobierno de Netanyahu ni confirmó, ni rectificó la información. Lo que todo indicaría que ambas partes buscan, por esta vía, desescalar las tensiones militares. Por su parte, EE.UU. ha sido insistente en que no desea que este conflicto escale, tal como lo han reiterado, por un lado, Karine Jean-Pierre y, por el otro, Jake Sullivan.
A lo largo de la entrevista, el ministro Amir- Abdollahian llamó al Premier Netanhayu de inestable emocionalmente y lo culpó de estancar la negociación de los secuestrados. Acusó a Israel de hacer demasiadas exigencias para compensar el fracaso de las operaciones militares en Gaza.
Reiteró, en consecuencia, que Israel no han destruido a Hamas ni ha logrado arrestar a los líderes de la organización al interior de Gaza como tampoco ha desarmado a Hamas ni ha destruido el armamento y el equipamiento militar; lo que explicaría que durante la negociación, según él, Israel busque ganar lo que no ha podido obtener sobre el terreno militar.
Es cierto que desvertebrar a Hamas es una tarea casi imposible porque esta estructura no opera tácticamente con fines exclusivamente terroristas, sino que obedece a objetivos e intereses estratégicos de otros actores en la región. De ahí que Erdogan reciba, en Estambul, a Ismail Haniyeh líder máximo de Hamás o que el mismo Haniyeh pueda vivir tranquilamente en Catar.
Una de las cosas más llamativas es que Amir- Abdollahian espera que un acuerdo sobre la liberación de los secuestrados sea prontamente alcanzado como parte de un acuerdo más amplio. "Creo que ahora es un buen momento, hay una oportunidad para esto”. Lo que significa que hay negociaciones secretas en este sentido y que algo tiene que ver con la amenaza del gobierno catarí de renunciar como mediador entre Israel y Hamás.
Y aunque todo parezca confuso, el incidente entre Israel e Irán, por ahora, queda en tablas. Irán ha saciado los apetitos de la población iraní que clamaban por una respuesta al ataque en la embajada en Siria; por su lado, Israel ha notificado a Irán del daño que puede infringirle si vuelve a intentarlo y, sobre todo, ha mostrado lo vulnerable que es. Entre tanto, las negociaciones entre ambos gobiernos “avanzan”.