Somos creativos, viajamos al hemisferio cerebral derecho cuando un problema o situación nos agobia. Allí encontramos el recurso de la iniciativa y esta alojada -dicen los expertos- la base de la creatividad. Inventamos e ideamos leyes que buscan solucionar problemas sin que tenga muchas veces el arraigo popular de algo que se necesita. Es un cordón umbilical a quien se le extravió la placenta. Somos uno de los países con mayores normas y menos cumplimiento de ellas. La Ley 1761 del 2015, por ejemplo, fue impulsada como resultado de la actitud delincuencial contra Rosa Elvira Cely. Se cometió en su contra violencia carnal, tortura, acceso fogoso y homicidio agravado. Sufrió un paro cardiaco y cuando la intervinieron encontraron en su aparato digestivo lesiones incluyendo en pelvis y útero por un palo que le habían metido por el ano.
Se define feminicidio el asesinato de una mujer a mano de un hombre por machismo o misoginia. Representa un conjunto de abusos verbales físicos como tortura, esclavitud sexual e ilegalidad, golpes y palizas y, daño emocional inconmensurable. Evidencia la discriminación, el odio y la desigualdad de género. La tasa es muy alta y no se detiene: 3 mujeres por hora,128 día y cerca de 50 mil al año. ¡Aterrador ¡
Cuando se explora el origen de esta conducta anormal se encuentra que la persona involucrada es una pareja actual o anterior de la víctima y tiene en los antecedentes maltrato en el hogar, violencia sexual y hechos lamentables en los cuales la victima tiene menos poder o recursos que su pareja. Acaba con los derechos fundamentales de la mujer y marca consecuencia en la salud y seguridad de las mujeres y de las niñas. Es que el asesinato es la forma más violenta de género y se describe como “asesinato intencional de mujer por ser mujer”.
Existe en todas las regiones del mundo y en Europa, por ejemplo, Alemania, Italia y Austria son los países que la encabezan. Ojalá el Convenio de Estambul permita precisar las cifras de los delitos trasnacionales pues muchos de ellos no se registran. América Latina guarda un reporte importante-Honduras,5 por 100.000- y en el país los casos más altos están en Valle del Cauca, Antioquia y Cundinamarca. Revisando las estadísticas en Bogota,2023, se mencionan 12 casos. Todas madres de familia y el agresor pareja actual o previa. Ataques en vía pública y con un gozo de popularidad y visibilidad que busca el agresor. De estos casos de Bogotá solo uno ha sido condenado y la pena 40 años de prisión.
Cuando se explora el cerebro del feminicida hay una clara concepción del machismo y una conducta controladora que finaliza con la deshumanización de la pareja. Usualmente el agresor es discriminado, por su origen y etnicidad, tienen distorsiones en el pensamiento y lo llevan a tallar la necesidad de controlar y dominar. No soportan los celos, reales o imaginarios, y se convierten estos en un texto de paranoia.
El tema del feminicidio hay que tratarlo con sensatez, respeto y solidaridad. No concibo que, en Cali, una aspirante a la Alcaldía monte o le arreglen un video para mostrar los ataques a la mujer o a la población diferente. No se trata de oír las excusas tardías, más bien con responsabilidad asistir a una serie de eventos académicos de formación que reflejen este problema de salud pública que sacude la ciudad. Esta niña, infantil e inmadura, debe dedicarse unos años a estudiar y aprender con aplomo las realidades de su ciudad. Es prematuro cualquier consideración pública.
Investigaciones y publicaciones recientes muestran el nivel de abuso a los derechos humanos, violencia sexual. Discriminación y explotación está en consideraciones muy peligrosas. Se habla del 40% de los 197 países analizados. Combatir las prácticas discriminatorias debe ser uno de los mandamientos institucionales pues devuelve la confianza, especialmente a la mujer, y revitaliza la credibilidad en la justicia.
Diptongo: la forma más extrema de violencia es el feminicidio. No olvidar que siempre es precedido por otra forma de violencia.