Quienes cayeron desde años atrás en la trampa minuciosamente planificada por esta izquierda nefasta de reclamarle al presidente Álvaro Uribe Vélez por su permanencia en la política, la realidad les pone de presente hoy y de frente que es esa izquierda Petrista, torpemente, la más interesada en que siga vigente y, por ello, desde entonces, ahora y a futuro lo seguirán manteniendo así.
Cuando no se tiene soporte para ejecutar la cascada de propuestas generales y gaseosas como las del Petrismo, no queda sino la salida perversa de culpar a alguien por su propia incapacidad y, para ello, es obligado escoger como blanco de los ataques a quien sí ha sido el más exitoso y efectivo gobernante de Colombia: Álvaro Uribe Vélez.
Casi todos los mensajes mediáticos, en redes sociales o en las alocuciones presidenciales se cita de manera directa o simulada al Uribismo y, en no pocas ocasiones al mismo entonces presidente Uribe Vélez, quién es a la fecha el hombre público y político más relevante de la vida e historia republicana del país.
Las injurias y calumnias, como la cascada de desinformación sobre la vida del presidente Uribe Vélez son el único combustible del Petrismo desde hace años atrás, hoy y claramente hacia futuro de cara a las elecciones de 2026. La doctrina es atacar a Uribe Vélez y a sus seguidores a como dé lugar. Es tanto así, que aquel que no sea Petrista, pero tampoco Uribista, el gobierno actual y sus bodegueros -funcionarios y contratistas- lo gradúan “honoris causa” de Uribista.
Las únicas oportunidades en las que sueltan un poquito el nombre de Álvaro Uribe o del Uribismo es cuando se hallan ocupados difundiendo mentiras sobre sus supuestas ejecutorias gubernamentales que no existen, como la falaz “paz total”, el mejoramiento del muy buen sistema de salud que teníamos pero que llevaron a que se vaya desbaratando de manera premeditada, la construcción de trenes, hospitales, centros educativos o el suministro de agua potable que son pura y física … carreta. Tan carreta como el golpe blando con el que día a día se victimiza, cuando todo indica que se pasó de lejos los topes electorales y no admite que se le investigue. Estrategia: atacar al CNE por todos los flancos, acusándolos también de Uribistas.
Aun cuando cada vez más quienes votaron por Gustavo Petro y Francia Márquez descubren el notorio fraude que son y hacen pública su postura actual de rechazo a uno y a la otra, aún quedan algunos testarudos y/o beneficiarios que miran para otro lado. Unos porque comparten las mismas frustraciones y resentimientos personales y sociales que tienen Petro y Márquez, y, otros, porque están sacando multimillonario provecho del gobierno de Petro Urrego, sin que éste se dé cuenta. Claro que con el caso de Armando Benedetti o el de sus amigos contratistas españoles, o lo que confesó su hijo Nicolás o el actuar de su hermano Juan Fernando o el comportamiento de la señora Alcocer, resulta difícil creer que no se da cuenta.
Señalé que seguir atacando al presidente Uribe Vélez es una torpeza porque esos ataques sistemáticos ha permitido que la gente despierte, se informe y descubra que el entonces mandatario es un verdadero colombiano que ha trabajado siempre de forma efectiva por Colombia, siempre en el marco de la legalidad y no como quienes lo critican sin fundamentos hoy. Él y su Partido Centro Democrático jugarán de manera determinante para 2026.
