Una hermosa casa patrimonio tipo Bauhaus en el parque Portugal, otro rincón restaurantero mágico de Chapinero Alto, se encuentra “Pan de Indio”, emprendimiento fundado por una mujer emprendedora de primer nivel como Mariana Álvarez Hurtado, quien regala a la ciudad un nuevo sitio con alma para las personas que buscan ancestralidad, salud, vida, historia. intimidad y romanticismo. En el caso personal de quien escribe, es el sitio perfecto para los reencuentros, los temas trascendentales y momentos más que especiales, únicos
EL PAN: ALIMENTO DE LO QUE SOMOS
Los emprendimientos e inventos casi siempre nacen de la necesidad de solucionar problemas o carencias frente a nuevos requerimientos que el aumento de la calidad de vida de las comunidades requieren. El evolucionismo en el contexto de una interpretación de la Revolución Industrial, hace que la industrialización sea una panacea que resuelve todos los problemas de la humanidad, incluso casi todas sus necesidades más elementales. Desde los agro insumos hasta los alimentos ultra procesados son sin duda soluciones útiles a la falta de tiempo para el esmero en la cocina de las sociedades urbanas, pero también a problemáticas como el acceso a alimentos muy básicos por un precio estándar que no tenga fluctuaciones inesperadas que hagan, como en el caso del pan en el siglo XVIII en Francia un objeto casi de lujo y motivo no solamente para descontentos sociales, sino para la caída de todo un sistema político.
El pan, aquí es el cuid del asunto en eso que llaman los técnicos hoy en día seguridad y soberanía alimentaria. Y es allí, donde ante el impacto innegable en la salud humana y en parte de los cambios que se han presentado aceleradamente en la dinámica ecológica y climática del último tiempo en el planeta, se ha visto la humanidad en la necesidad de retomar ciertas prácticas y tradiciones primigenias de alimentación, construcción y costumbres para mitigar dichos impactos. Propuestas como el rescate de la masa madre -preparación a base únicamente de agua, harina de trigo y carbón activado en el proceso- para posteriormente llevar su preparación a cocerse en un horno cerámico de leña, dando como resultado el regreso de un pan ancestral, originario, criollo, raizal, de raigambre…pero en síntesis, novedoso y delicioso.
EL INDIO QUE SOLUCIONA PROBLEMAS
Varios analistas concuerdan que la principal motivación del emprendimiento en América Latina es la supervivencia económica. Muchos emprendimientos por diferentes factores, lamentablemente en cifras cercanas al 60% desaparecen por diversos factores, principalmente por desconocimiento del negocio, falta de bases jurídicas, tributarias y administrativas, no separar gastos personales del negocio, entre otros.
El Pan de Indio es todo lo contrario: es un emprendimiento que nació para quedarse y representar la solución a nuevos restaurantes con propuestas innovadoras de experiencias y recetas que sean un refugio para nómadas digitales, familias en teletrabajo o teleeducación, y en general para las nuevas formas de vida que nos trajo la Nueva Realidad poscovid. Señala la CEO Álvarez una realidad evidente del barrio Chapinero Alto: entre el 90 al 95% de su territorio es residencial, y por lo tanto epicentro de las actividades anteriormente descritas, en sus palabras, la comunidad necesitaba “sitios para comer con opciones de espacios agradables”.
Pizzas elaboradas con masa madre, pastas hacen parte junto al pan de las especialidades que se pueden disfrutar para un desayuno, un brunch, o en cualquier ocasión u horario de la mano de un excelente café de origen Nariño, cócteles de la casa realizados con macerados y aguardientes artesanales -cosa que me agrada, hay que reivindicar en el mundo gastronómico colombiano, al irónicamente despreciado aguardiente, nuestra bebida nacional con más sesenta variedades-, whiskys y almíbar.
En eso radica la esencia de los restaurantes de autor versus los que se convierten en franquicias, polémica que persiste hoy en día tanto entre los chefs, críticos y docentes del mundo gastronómico. Sin entrar a ese debate, sin duda Pan de Indio es lo que llaman los expertos más poéticos en sus escritos “un sitio con alma”. Su arquitectura alemana es tipo Bauhaus, con una terraza minimalista con paisaje selvático. Luz tenue, fogata, temperatura del horno, donde una gastronomía vivencial llena de magia, esencia y amor en cada momento del día y plato que se sirve en el lugar nos esperan a todos y a todas.
Pan de Indio está ubicado en la Calle 58 No. 3 A-54, Chapinero Alto. Instagram: @ELPANDEINDIO. Desayunos US$60-US$120, pizza US$140-US$180 (pizza de seis porciones), vinos US$240-US$400 botella, cocteles US$140 cada uno.