Tener un celular parece como si estuviera en la lista de las cosas que necesita un niño para crecer, lamentablemente nuestra sociedad está siendo consumida por aparatos que son un arma de doble filo, tanto así que muchos padres prefieren ponerle un celular en la cara al hijo con tal que se quede callado y coma.
La llegada del Smartphone fue un acierto, trajo conectividad e información a la mano, pero nunca se creyó que fueran capaces de ser tan perjudiciales para los niños, actualmente vemos casos que son alarmante y solamente dejan un mensaje: “No podemos seguir dejando que la niñez sea consumida por los celulares.”
No soy nadie para venirle a decir a los papás que hacer y dejar de hacer con sus hijos, puesto que son de ellos, pero me cuestiono mucho el hecho que a los 5 años un niño tenga celular ¿De quién espera llamada? ¿De Barney? Y bueno, empecemos en orden, es que desde el nacer vamos considerando necesario que el pelado haga parte de la sociedad del like, incluso antes que el muchachito nazca los padres ya le tienen cuenta en Instagram y Facebook, y como si de un show se tratara, cada rato suben fotos de lo que hace el niño.
Digamos que el tema del perfil o la cuenta, es lo que menos importa. Algo que se debe revisar y analizar detalladamente es ver qué conductas o estrategias se están realizando para neutralizar y canalizar las energías del niño en su etapa de primera infancia, no tiene siquiera 3 años el niño y ya parece un adicto a la pantalla y es que como no serlo, si los papás le ponen el celular para comer porque según ellos “Es la única forma para que lo haga” ahí me pregunto ¿Sin celular un niño puede comer? Solo en esto vemos una situación compleja pero corregible ¿Quién lo puede corregir? Easy, los mismos causantes, los padres.
Quizás se comete el error de volver dependiente al niño para que después él comience a adoptar nuevas conductas, pero no se puede olvidar lo mucho que marcan los patrones de crianza en la vida de todos. Y es que si no existe la autoridad suficiente para quitarle un celular que no necesita un niño, estamos jodidos.
El guámbito no solamente sufre este apego en su proceso pre-escolar, sino que cuando llega al ciclo educativo debe empezar a socializar con sus pares, con sus amigos, y no se imaginan lo triste que es ver que los niños ya están empezando a llevar su celular en lugar de juguetes, eso sí es un caos completo. Es muy triste ver los niños de primaria estar incrustados usando solo dos dedos cuando pueden estar disfrutando de lo bonito que son las relaciones interpersonales usando todas sus extremidades.
Está comprobado que los niños antes de los 10 años deben estar abiertos a las relaciones sociales, esto considerando que estamos en una comunidad que requiere ejercicios de comunicación abierta ¿Qué tanto le costará? Eso es responsabilidad de cada padre. Lo que sí puedo garantizar es que, si no se asumen posturas y se comienza a frenar estas conductas, vamos a terminar teniendo una manada de zombis en las aulas y en casa.
Un niño no necesita celular, necesita parceros, no necesita likes, necesita amor y mucho menos necesita comer con el celular frente a él, necesita es que lo escuchen cuando requiere algo.
Ojo con las nuevas generaciones, ellos crecen en un abrir y cerrar de ojos. Los necesitamos productivos, no ahuevados. El futuro depende de lo que hagamos hoy, Dios los bendiga.
