Los colombianos de bien debemos calificar como valerosa la acción de los militares del Batallón Cerro Berlín, en el departamento del Cauca. A pesar de los insultos, amenazas y gritos de una parte de la etnia Nasa, perteneciente al resguardo de Toribío, resistieron el ataque de la multitud enfurecida y supieron mantener la calma, cumpliendo con su deber en la defensa de los Derechos Humanos. Ninguno de los indígenas fue golpeado o amenazado, según las imágenes conocidas, por parte de estos soldados de la Patria.
Si bien es cierto que ese sector de la comunidad indígena está cansado de ver en su territorio a los actores armados, tampoco se puede justificar y permitir que hayan acudido a esas medidas de fuerza, que ellos mismos cuestionan. A través de la coacción, terminaron sacando a los militares.
¿En dónde queda la intención de diálogo que pregonan los líderes indígenas, supuestamente interesados en conversar para que termine el conflicto?
Hay quienes insisten en que detrás de un gran número de indígenas protestando en el Cauca estaría el grupo terrorista de las Farc, presionando para desterrar a la fuerza pública y quedar como amo y señor de la región. Otros conocedores del tema y también líderes indígenas dicen que no comparten ese accionar que dejó atónito a más de uno en el Gobierno y con la moral en el piso a las tropas.
No era para más, que un sector de la población civil saque casi que a patadas a los hombres que intentan protegerlos de día y de noche, no tiene justificación. Tampoco la tiene, que los colombianos sigamos viviendo en medio de un conflicto que no deja nada adelantador para las futuras generaciones, solo desolación, pobreza, subdesarrollo y muerte.
Entendemos que los indígenas estén cansados de que sus casas sean usadas como botines de guerra por parte de los criminales de las Farc y que contra ellos también estén organizando esas protestas. Nos gustaría ver si existe algún registro visual, como el que pudimos ver en las últimas horas que demuestre que la guardia indígena de la etnia Nasa, también los hizo levantar los retenes y los envió lejos de su territorio.
Tras observar en los principales medios de comunicación lo ocurrido, el presidente Juan Manuel Santos debe enviar con urgencia una comisión al Departamento para tomar las riendas del orden público en esa región del Cauca. Comisión en cabeza de sus ministros de Defensa y del Interior, y los comandantes del Ejército y la Policía Nacional. Todos con la ayuda del Gobernador que conoce bien la situación, deben escuchar a la comunidad y restablecer el orden lo más pronto posible.
De no tomarse las medidas de urgencia, en cuestión de días o quizás semanas las Farc seguirán ganando terreno. Y quizás, mientras los indígenas pelean y sacan a la fuerza pública, los grupos al margen de la ley estén aprovechando el descuido para seguir enviando toneladas de cocaína al exterior por la codiciada ruta del Pacífico.
@g_rodriguezm
¡Menos indios, más comandos!
Mié, 18/07/2012 - 01:03
Los colombianos de bien debemos calificar como valerosa la acción de los militares del Batallón Cerro Berlín, en el departamento del Cauca. A pesar de los insultos, amenazas y gritos de una parte d