Recuerdo la época del colegio en que sufría durante el aprendizaje de las matemáticas, estadística y demás temas relacionados. Los profesores también sufrían viendo la dificultad que teníamos para comprender, para aprender. El tiempo pasa y las cosas adquieren nuevas perspectivas, aprendemos a dejarnos llevar por la vida y encontramos significado para aquello que tanto trabajo nos costaba. Sí, somos muchos los alumnos que hemos sufrido, tal vez somos aquellos en los que predomina la inteligencia emocional sobre la racional, el hemisferio cerebral derecho sobre el izquierdo, así nuestro deber sea integrar ambos.
Puesto en mis palabras, y las inexactitudes me las perdonaran o corregirán los epidemiólogos, la campana de Gauss permite saber la distribución de la evolución de casos en una enfermedad dada. En algunas personas la enfermedad pasará desapercibida, extremo izquierdo de la campana, en otras será plena, centro de la curva y unas más morirán, extremo derecho. Gauss cobija bajo su curva la evolución a cierto número de años, siendo el cáncer tal vez el mejor ejemplo, sanar o morir. Entre más agresivo el cáncer, mayor numero de casos estará en el área de la curva que predice la muerte o viceversa en cáncer benigno o diagnosticado tempranamente.
Pero las ciencias sociales no son exactas e incluyo la medicina dentro de ellas ya que versa, la medicina, sobre seres humanos. Se aplican al cuerpo la física, la química y la genética, como también el comportamiento, los valores sociales, los hábitos.
Nos gusta a los médicos hacer predicciones según los estudios que se llevan a cabo por años, nos gusta usar la curva de Gauss. Nos gusta ya que nos orienta hacia una verdad y nos da seguridad ante la incertidumbre de los tratamientos. Nos ayuda a enfrentar las emociones que nos produce dar un diagnostico que puede conducir a invalidez o muerte.
El libro “Principios de auto-curación” de Norman Cousins es uno de tantos escritos profanos que muestra la realidad de personas que han vencido los pronósticos, que han llegado a puntos no previstos para ellos dentro de la campana. Personas que se han elevado sobre las predicciones y han tomado en sus manos los caminos conducentes a curar y sanar. Describe el libro a estas personas como quienes poseen emociones positivas como el amor, la voluntad de vivir, el juego, la diversión, la risa. También se los reconoce por tener esperanza, coraje, objetivos definidos. Para ellos un balance con lo justo y lo bueno es imperativo. Desarrollan su vena artística, tienen la sensación de control y se auto-programan. El concepto de misericordia, la capacidad de comunicación, la perseverancia han sido transmitidas en sus hogares. Igualmente quien cura y sana cultiva: la fe, el perdón, la gratitud, la esperanza. Viven el presente, el aquí y ahora.
Y los médicos que ayudan mas allá de lo usual a sus pacientes son quienes desarrollan un oído comprensivo, respetan las decisiones del paciente, sienten empatía, son simpáticos, dan apoyo no imponen, son afectuosos, instruidos en humanidades, también tienen un pasatiempo artístico, son buenos consejeros y hasta llegan a ser agentes de empleo.
Si a pesar de todo lo anterior, la enfermedad avanzare en su curso hacia el paso al más allá, las mismas características ayudan al desapego, a cerrar círculos, al bien morir.
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La campana de Gauss
Vie, 03/06/2011 - 23:58
Recuerdo la época del colegio en que sufría durante el aprendizaje de las matemáticas, estadística y demás temas relacionados. Los profesores también sufrían viendo la dificultad que teníamo