Se realizó una sesión conjunta entre el Concejo de Bogotá y la Asamblea de Cundinamarca para debatir sobre las necesidades y posibilidades de integración entre la capital y el departamento.
El meollo del asunto está en ¿cómo crear integración sin sacrificar autonomía departamental? Y es que los cundinamarqueses meses atrás rechazaron de manera categórica la propuesta de que los bogotanos pudieran votar para elegir al gobernador de Cundinamarca, propuesta que violaba de manera clara la autonomía y dado el número de habitantes de la capital pondría en desventaja a los municipios.
El manejo del tratamiento de aguas residuales es otro punto de quiebre, pues Bogotá entrega el río más contaminado del país al departamento y no muestra esfuerzo por mejorar. La basura de Bogotá, que también la recibe el departamento, es otro problema a solucionar.
La calidad de vida de los municipios aledaños a la capital es de lejos muy superior a la de los bogotanos de estrato cuatro para abajo, entonces ¿cómo lograr una integración que beneficie a Bogotá pero que no perjudique a los cundinamarqueses?, es una ecuación difícil de resolver.
Dentro de las intervenciones se destacaron en su orden de intervención, Enrique Peñalosa, Nancy Patricia Gutiérrez y Jorge Rey.
El alcalde de Bogotá planteó la necesidad de “crecer de manera ordenada” y propuso para esto construcciones de alta densidad en municipios aledaños, para cumplir una meta de un millón doscientas mil viviendas en Bogotá y dos punto un millones en los municipios aledaños, pues según afirmó es la meta mínima que se debe cumplir para asegurar la vivienda de los habitantes de Bogotá y la región en los próximos treinta años.
De igual manera expuso que los municipios de Cundinamarca no han pensado en macro y por el contrario estas decisiones han afectado el correcto desarrollo de Bogotá, expuso de manera enfática el caso particular de Mosquera, municipio en el que según él “debería expandirse Bogotá”, pero que “no se ha podido hacer por la falta de voluntad del actual alcalde municipal”.
Peñalosa planteó hacer un área metropolitana para que fuera ese organismo quien tomara las decisiones finales y no como es actualmente en donde los alcaldes tienen autonomía total de lo regional frente a lo nacional.
Pareciera que al alcalde de Bogotá lo único que le interesa de la integración es encontrar lugares para que se construyan apartamentos por millones, que brinden un techo a la mano de obra de Bogotá sacrificando la calidad de vida de los habitantes aledaños a la ciudad y sin proponerles ningún beneficio en contraprestación.
Sostuvo que por ejemplo en una institución como la CAR en donde Bogotá aporta el 90% de los recursos sólo tiene una silla ejecutiva y que es absurdo que en esa y otras instancias se “compare a Bogotá con un municipio de cinco mil habitantes”, que de ser así en la posible creación de un área metropolitana lo mejor era que Bogotá no participara de la misma.
Consideró que el principal inconveniente para la posible entidad es el problema fiscal y usó al municipio de Soacha, otra vez como ejemplo, de un municipio con una grave crisis, con una problemática social insuperable por sí mismo o con la ayuda de la Gobernación por la falta de recursos.
Por último concluyó que conocía los malestares de los municipios aledaños a la capital frente a la posible Área Metropolitana y por eso planteó que se unieran los municipios sin que Bogotá participara y, de esa manera, se crearía una segunda gran ciudad que creciera de manera ordenada y de manera paralela con la capital, de no ser posible de esta manera propuso una fusión mediante una reforma constitucional para crear una nueva gran ciudad.
La actual Ministra del Interior, conocedora del departamento planteó que habían varios proyectos de integración como el Dorado 2, proyectos de infraestructura en las vías de entrada y salida de Bogotá liderados por la ANI que contribuían a la integración y realizó la propuesta más importante, la creación de una mesa de trabajo del Ministerio del Interior conjunta con la capital y el departamento para buscar soluciones a una posible unión.
Dio una luz, en contravía del Alcalde, en la que afirmó que mediante convenios se podría lograr la integración sin necesidad de una reforma constitucional, que además de ser larga podría no tener el consenso necesario, pero que esta integración debería propender por el fortalecimiento de los municipios de Cundinamarca conservando la autonomía departamental y municipal.
El Gobernador en su intervención explicó los beneficios del Regiotram de occidente para Bogotá y la provincia de Sabana Occidente en Cundinamarca: “Es un regalo de Cundinamarca para los Bogotanos” expresó. Este sistema de transporte, impulsado por energías alternativas, se acomodaría a las necesidades de demanda de movilidad para los bogotanos residentes en Fontibón y tendría conexión con el aeropuerto, lo cual supondría un alivio para la movilidad de ese sector de Bogotá.
También planteó la necesidad de mejorar la navegabilidad del río Magdalena, el manejo de residuos sólidos y denunció que el acueducto de Bogotá no ha cumplido con llevar el agua a la provincia del Tequendama y otros municipios aledaños, planteó el manejo de las basuras sólo en Cundinamarca para beneficio de Bogotá sin que existiera ningún tipo de reconocimiento al respecto.
Hizo una defensa acérrima de Soacha y expuso que próximamente entregará el terminal taller más grande de Transmilenio, precisamente en ese municipio, que según su parecer aportaba mucho más de lo que recibía de la Capital. Sin embargo, planteó un llamado al diálogo sobre la integración, pero expresó: “Es muy difícil dialogar con quien cree que se las sabe todas”.
Unidos somos más.
Como dato final cabe resaltar que según datos de la Cámara de Comercio de Bogotá, entre ambos aportan el 31% del PIB y en ambas regiones se concentra el 34% de la población del país, por estas y más razones es imperativo seguir hablando de Integración para beneficio conjunto.
Integración entre Bogotá y Cundinamarca
Mié, 14/11/2018 - 07:52
Se realizó una sesión conjunta entre el Concejo de Bogotá y la Asamblea de Cundinamarca para debatir sobre las necesidades y posibilidades de integración entre la capital y el departamento.
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