En el preolímpico, decepcionante participación con fútbol y futbolistas invisibles.
Los planes del entrenador Reyes no funcionaron. Quiso reanimar el equipo, que mal andaba, pero, negado con el balón, con juego rústico y desconcentrado, concluyó goleado, con respuestas caóticas.
Las decisiones equivocadas en el campo y en el banco fueron comunes desde el primer día, en una desesperada lucha por encontrar el camino extraviado.
¿Cómo definir este equipo?
Imposible. Ni nómina, ni sistema, ni modelo de juego, ni claridad en las ideas de futbolistas y entrenadores. Solo fútbol físico, sin liderazgo.
Colombia no tuvo espacio para el talento. Diferente, Carrascal. Pero se ratificó como jugador individual, poco colectivo. Siempre le sobraron una gambeta, un traslado o un alarde técnico. Cuando quiso jugar, influyó con sus pases rompe-líneas o sus goles.
Benedetti, bajo de forma, fue la víctima propiciatoria del entrenador. Los restantes, llegaron, corrieron, con aportes personales poco útiles, exceptuando a Fuentes y Cetre, a pesar de lo provocador y piscinero, este último.
Decepción general. Así nos duela. Con velas en el entierro la cúpula directiva porque no hay plan maestro para las bases, hay imposición de jugadores, no se condiciona el trabajo del entrenador (bien apadrinado), sin análisis concienzudos de los torneos, procesos y resultados.
A Reyes, en el festival del absurdo, lo tienen como candidato por si Queiroz algún día fatiga su proceso. Para algunos de los dirigentes, ganar o perder importa poco.
El fiasco preolímpico
Lun, 10/02/2020 - 06:45
En el preolímpico, decepcionante participación con fútbol y futbolistas invisibles.
Los planes del entrenador Reyes no funcionaron. Quiso reanimar el equipo, que mal andaba, pero, negado con el
Los planes del entrenador Reyes no funcionaron. Quiso reanimar el equipo, que mal andaba, pero, negado con el