¡Quién dijo miedo! Más se demoraron las directivas del Festival de la Leyenda Vallenata en anunciar el nombre de Carlos Vives como el homenajeado en la versión 51 del certamen en el 2018, que en armarse el escándalo a nivel regional.
Los primeros en protestar fueron los dos candidatos en fila para subirse a la tarima a recibir el reconocimiento a su carrera musical, especialmente Jorge Oñate “El jilguero de América” y Alfredito Gutiérrez, triple rey vallenato. Con toda la razón llevan años esperando su turno.
Naturalmente las directivas del Festival sin desconocer la importancia de los dos juglares le están apuntando al negocio ganar dinero que permita la supervivencia del mismo. Para nadie es un secreto las afugias económicas que viven año a año. Y así no les guste a muchos cualquier presentación de Carlos Vives en el Festival le genera muchísimos más ingresos a los empresarios que de otros de los participantes. Razón, Carlos Vives ha trascendido fronteras desde hace más de veinte años y con sus aportes al vallenato ha logrado hacerlo más conocido a nivel internacional, incluso nacional porque lo mostró al resto del país.
“Visión de negocios” se llama esto. Porque uno de los mejores embajadores del género que vive en Miami no es Silvestre Dangond actualmente sino Vives. Durante sus muchos años de estadía allí logró sonar y posicionar su nombre. Por esto en las ciudades latinas de Estados Unidos un alto porcentaje de ciudadanos reconoce a nuestro samario por su música y no a ninguno otro. De manera que no es desacertada la elección.
La verdad algunas de sus canciones pertenecen más a la categoría de los “juglares” que las interpretadas por otros cantantes dónde tan solo hablan de sus pasiones, traiciones, amores y desamores mostrando pobreza en la creatividad y la composición. Letras trilladas, sin contenido, que no dicen nada a los oyentes. La magia de los juglares extraviada. No enriquecen para nada el extraordinario folclor vallenato.
Los géneros musicales deben evolucionar sin alejarse de sus raíces. A Carlos lo acusan de haber mercadeado el folclor. Lo cual no es cierto, porque si alguien le abrió nuevos mercados a éste género fue precisamente él durante su permanencia en los Estados Unidos. Fácilmente podría haber insistido en las baladas donde comenzó y no existir ahora como cantante.
Aprovechó su participación en la novela “Escalona” para encontrar su camino en la música y lo ha hecho al máximo. Se reinventó después de una prolongada sequía musical tras su regreso a Colombia, y hoy es uno de los más exitosos a nivel internacional, sin dejar de lado el vallenato moderno que posicionó.
Ni bobos que fueran en el Festival de la Leyenda Vallenata, desconocer el trabajo de Vives en el género. Y sus importantes contactos. ¿A quiénes trajo a su ciudad durante el homenaje a la Perla de América?. El abre las puertas y atrae poderosos anunciantes donde se presente. De manera que el homenaje tiene doble finalidad, darle gusto a los seguidores de Carlos, quien siempre se refiere en los mejores términos al certamen, atraer a las nuevas generaciones, aunque Carlos ya esté por encima de los cincuenta pero con apariencia siempre juvenil. Además de refrescar las arcas del certamen, necesitadas urgentemente de ingresos monetarios para continuar.
Lo mejor para quienes protestan es que obviamente el concierto de Vives será totalmente gratis para ellos. Algo tiene de positivo su elección. Lo que no entendemos es el porqué de la cancelación de los homenajes a partir del 2018 cuando serán cambiados por reconocimientos y nada más.
¿Será esto consecuencia también de Carlos Vives? Porque marca la apertura del espectro del Festival a traer figuras que no son esencialmente vallenatos y eso les da oxígeno.
Lo cierto es que Carlos ya aceptó y confirmó su presencia en el 2018 y sería el último de los homenajeados en el legendario Festival.
