No le ha ido bien al Procurador en su cruzada contra la población LGBTI. En los últimos días dos procesos en los que estaba interesado como forma de fundamentar su lucha clerical y oscurantista se le cayeron y además quedó en ridículo.
El primero fue la demanda de pérdida de investidura de las congresistas Angélica Lozano y Claudia López. Si bien no habían sido demandadas por Monseñor Ordoñez, en estos procesos la Procuraduría debe emitir su concepto y como ya lo había comentado en otra de mis columnas, en ese momento se quedó entre la espada y la pared: Si apoyaba la pérdida de investidura debía reconocer que las congresistas eran una unión marital de hecho. Hacer esto significaba darle el aval al matrimonio entre personas del mismo sexo. Entonces no le quedó otra salida que solicitar que se desestimara la acusación.
Esta semana las parlamentarias recibieron el fallo del Consejo de Estado en el que las absuelven de la acusación de haberse presentado por el mismo partido, siendo pareja. En este fallo seguramente ayudó el concepto de la Procuraduría pero al señor Procurador no le ayuda que ese par de buenas congresistas sigan activas.
Por otro lado se esperaba el pronunciamiento de la Corte Constitucional sobre la tutela interpuesta por la mamá de Sergio Urrego. En este caso el concepto de la Procuraduría fue terrible. Sin matices Ordoñez peló los dientes para mostrar su lado más oscuro. Solicitó a la Corte que negara la tutela en la que se pedía a nombre del muchacho que se quitó la vida por la persecución que sufrió por ser homosexual, la transformación de los manuales de convivencia para permitir la libre expresión de la opción sexual.
Esto le pareció un espanto al señor Ordoñez, que en cambio solicitó que se permita la libre expresión de las creencias religiosas y los preceptos moralistas en los manuales de convivencia de las instituciones educativas. Para él un colegio debe ser libre de imponer restricciones a las manifestaciones de afecto y sancionar a quienes las practiquen. La inquisición pura y dura, el afecto mirado como dañino y mucho más si se trata de personas del mismo sexo.
El camino de las prohibiciones es delicado pues se sabe donde comienza pero nunca donde va a parar. ¿Acaso no es más grave que un joven decida quitarse la vida para no tener que enfrentar a un colegio perseguidor que dos personas se besen en un salón de clase? Afortunadamente en este caso la Corte no acogió el concepto retrógrado de Ordoñez. De ahora en adelante lo tales manuales de convivencia no podrán imponer este tipo de restricciones a la conducta afectiva, ni mucho menos proscribir la expresión de la diversidad sexual. Segunda derrota para el Procurador.
Falta poco para que la misma Corte de su fallo sobre la posibilidad del matrimonio igualitario. En este tercer round es posible que también se derrote a la Procuraduría. En las audiencias previas la voz cantante fue la de Angélica Lozano que demostró todos los inconvenientes y trapisondas que se le han atravesado a los proyectos legislativos que se han presentado para legalizar el tema.
Si el fallo abre la posibilidad de este matrimonio, Ordoñez habrá sido golpeado nuevamente y sus retrógrados conceptos tendrán fina sepultura para bien de la vida, la convivencia y la democracia. ¡Crucemos los dedos para que así sea!
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Cero y van dos
Lun, 24/08/2015 - 12:46
No le ha ido bien al Procurador en su cruzada contra la población LGBTI. En los últimos días dos procesos en los que estaba interesado como forma de fundamentar su lucha clerical y oscurantista se