Joseph James DeAngelo es un exagente de Policía que sembró el terror en California, Estados Unidos, entre los años 1970 y 1980.
Fue autor de múltiples homicidios, violaciones, secuestros y robos. En esos años, se convirtió en uno de los asesinos seriales más temidos de todo el país y, por su prontuario criminal, la prensa lo apodó como 'Golden State Killer’.
Para evitar ser condenado a pena de muerte, DeAngelo, de 74 años de edad, aceptó su responsabilidad en las decenas de crímenes que cometió durante ese tiempo en el que trabajaba como policía.
Ante un juez de Sacramento y ante algunos familiares de las víctimas, ‘Golden State Killer’ aceptó cargos por 13 homicidios y más de 40 violaciones cometidas en ese Estado.
La audiencia fue en un salón de la universidad de Sacramento. DeAngelo se presentó ante los asistentes de la diligencia con un traje color naranja, típico de los presos en EE.UU., y con una mascarilla para protegerse del coronavirus.
Lo único que se le escuchó decir a pesar de los terribles vejámenes que cometió fue: “sí, acepto. Soy culpable”. No pidió perdón a los familiares de las personas que fueron blanco de sus crueles ataques.
Aunque la aceptación de cargos lo salvó de la pena de muerte, tendrá que pasar el resto de su vida en la cárcel.
El macabro actuar de Golden State Killer
DeAngelo fue capturado en abril de 2018 gracias al cotejo de pruebas de ADN que recogieron las autoridades en las escenas de los crímenes, las cuales fueron comparadas en una especie de base de datos de la Policía.
El FBI llegó a ofrecer más de 50.000 dólares a quien diera información sobre su paradero. Lo arrestaron en una casa ubicada en los suburbios de Sacramento, más de treinta años después de que cometiera su último asesinato.
Uno de los crímenes que cometió fue el del sargento de la Fuerza Aérea, Brian Maggiore, y de su esposa, Katie, quienes estaban recién casados. Los hechos ocurrieron en febrero de 1978, ‘Golden State Killer’ los emboscó a las afueras de su casa y los asesinó. Todavía no se conoce el porqué.
Se dice que ‘Golder State Killer’ tenía un modus operandi. Que ingresaba a las casas a altas horas de la noche, hurtaba algunas pertenencias de valor, ataba a las mujeres y las violaba, sin importar que estuvieran sus hijos o esposos al lado.
Con su condena se acaba una larga historia de dolor que conmovió a los habitantes de California, Estados Unidos.