Mucha indignación ha generado durante las últimas horas el anuncio, por parte de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia, de ordenar el cierre del reconocido restaurante y piqueteadero de Doña Segunda, ubicado en cercanías a la Plaza del 12 de octubre.
La decisión, según se conoció, se habría tomado debido a que el establecimiento estaría incumpliendo la nueva directriz de emitir facturación electrónica, o lo estaría haciendo de manera errónea. Unas afirmaciones que Doña Segunda, propietaria del establecimiento, ha negado en varias declaraciones a medios de comunicación.
“Estamos haciendo los cierres por incumplimiento en el deber de facturación electrónica. Nosotros en visitas anteriores verificamos que el contribuyente estuviera expidiendo la factura electrónica, pero no la expidió con los requisitos y no cumplió con la parte de pago de la sanción”, manifestó al respecto Yanett Serrano, directora seccional de la DIAN.
La sanción, hasta donde ha trascendido, se extendería por tres días en los cuales el reconocido restaurante de comida criolla deberá permanecer cerrado.
“Pidieron la facturación electrónica, y eso está. Me causa mucho dolor y… no sé cómo decirlo… ¿por qué me sacan por noticias si yo no estoy evadiendo impuestos, no estoy haciéndole mal al gobierno, no le estoy haciendo mal a nadie?”, refirió la adulta mayor, reconocida por sus muchos años vendiendo comida típica.
“Mi solidaridad con Doña Segunda, quien solo merece respeto y un trato digno. La ausencia de la factura electrónica no puede ser vista ni tratada como evasión. La proporcionalidad es indispensable al momento de imponer cualquier sanción administrativa. Una persona de la tercera edad, que genera empleo y paga impuestos merece un trato digno, como miles de colombianos que luchan día a día por sacar adelante a su familia”, manifestó sobre lo ocurrido Jaime Alberto Cabal, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, FENALCO..
En ese sentido, el gremio de comerciantes, llamó a que no se persiga a aquellos dueños de negocio que aún no han implementado la facturación electrónica ni sean objeto de prejuicios respecto a presunta evasión tributaria. “Que esta injusticia sirva para que el negocio de Doña Segunda tenga más reconocimiento y más clientes”, acotó Cabal.