En la madrugada del miércoles 21 de agosto, el cuerpo sin vida de un menor de aproximadamente 13 años fue encontrado en el humedal Juan Amarillo, también conocido como Córdoba, en la localidad de Suba, noroccidente de Bogotá. La noticia ha generado consternación en la comunidad y ha puesto en alerta a las autoridades sobre la seguridad en esta área.
Vecinos del sector alertaron a la Policía tras observar al niño entrando al humedal, aparentemente con la intención de bañarse. Lamentablemente, poco después, patrulleros de la Policía confirmaron que el menor ya había fallecido. La llegada de los bomberos fue crucial para la extracción del cuerpo, que fue trasladado a Medicina Legal para determinar las causas exactas del deceso.
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El coronel Jader Llerena de la Policía de Bogotá explicó que, según los testimonios de los vecinos, el joven ingresó solo al humedal. Destacó que la zona se ha convertido en un lugar recurrente de juego para niños y jóvenes después del horario escolar, lo que ha generado preocupaciones de seguridad en la comunidad. “Es importante resaltar que, según las labores de vecindario que se están realizando, este joven ingresó solo al humedal y que desafortunadamente ya se tienen algunos hechos con otros jóvenes también que ingresan de forma repentina al humedal a hacer juegos y demás actividades,” dijo Llerena.
El incidente ha resaltado un problema creciente en la zona: el uso del humedal como un espacio recreativo por parte de los menores, a pesar de los riesgos potenciales. El coronel Llerena hizo un llamado a los padres de familia para que estén atentos a las actividades de sus hijos después del colegio y evitar que jueguen cerca del humedal. “La Policía Nacional recomienda a los padres de familia que revisen qué están haciendo sus niños después de que salen del colegio y, asimismo, que eviten que jueguen cerca al humedal porque conocemos las fatalidades que pueden conllevar esto,” advirtió el coronel.
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Este trágico suceso ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de medidas para garantizar la seguridad en los humedales y otras áreas recreativas. Las autoridades locales, en colaboración con la comunidad, deberán trabajar en estrategias para prevenir futuros accidentes y proteger a los menores que frecuentan estos espacios.
