Si usted es amante de los animales y las playas paradisiacas, el siguiente destino le va a encantar, un lugar encantador conocido como la isla de los cerdos, donde podrá nadar con estos amistosos animales, rodeado de arena blanca y agua cristalina, una experiencia única a la que es casi imposible resistirse.
Su nombre oficial es Big Major Cay, es una isla deshabitada y se encuentra en el distrito de Exuma, en Bahamas. Esta locación, como se indicó previamente, es popularmente conocida como la isla de los cerdos, ya que allí vive una pequeña población de cerdos salvajes que conviven libremente en esta playa tropical.
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Seguro que se estará preguntando cómo es que hicieron estos cerdos para llegar hasta la isla, pues existen múltiples versiones relacionadas con la historia del arribo de estos animales. Hay una leyenda que dice que fueron llevados por unos marineros que pretendían alimentarse de ellos a su regreso, pero los humanos nunca volvieron, dicen que los cerdos lograron sobrevivir gracias a los restos de comida que dejaban los barcos.
Asimismo, una alternativa de la historia narra que fueron sobrevivientes de un naufragio y lograron nada hasta la isla.
Lo más curioso es el comportamiento amigable que tienen los habitantes de la isla de los cerdos, estos divertidos animales se dejan acariciar y es posible estar a su lado, nadando juntos, los cerdos no están solos, también hay algunas cabras y gatos salvajes.
Lo mejor de esta opción turística es que es una experiencia gratuita en Bahamas, puede encontrar alguna agencia de viaje que incluya algún tour que lo lleve a conocer la isla de los cerdos, pero tenga presente que la mayoría son de un día y empiezan desde las ocho de la mañana.
Por otro lado, a principio de 2017, lamentablemente aparecieron siete cerdos muertos en la playa porque algunos turistas irresponsables les dieron demasiado alcohol, entre cerveza y ron, sus pequeños cuerpos no resistieron la intoxicación.
El ministro de Agricultura, Alfred Gray, presentó algunas medidas para preservar la vida y el bienestar de estos animales. “La gente podrá tomar fotografías y ver a los cerdos nadar. Sin embargo, no podrán darles alimentos”, indicó.
Afortunadamente esa tragedia no ha vuelto a ocurrir, y los cerdos están más protegidos que nunca, listos para ser visitados por los viajeros responsables.