Colombia no solo es uno de los países con mayor biodiversidad, teniendo en cuenta la variedad en sus pisos térmicos, y el número de especies de fauna y flora que el país presenta, también posee una gran herencia que se resiste al paso del tiempo, un representante de esto es el ron de alta calidad La Hechicera, el cual ha pasado por tres generaciones de una misma familia, que le apuesta a la versatilidad y a encantar paladares alrededor del mundo.
Miguel Riascos de Castro, fundador de la firma, recientemente, en un encuentro ante los medios, expuso La Hechicera en diferentes cócteles para demostrar cómo su gusto se adapta y se inspira en las diferentes regiones del país. Para la región Caribe contó con el ron combinado con un sorbet de coco, un toque de lima y burbujas. Al momento de detenerse en la región del Pacífico, La Hechicera se mezcló con aguacate, jarabe de nueces y sal marina. En la región de la Orinoquía La Hechicera se mezcló con caña, maíz y lulo. Luego en la Amazonía este alcohol de lujo fue acompañado por hibisco, vinagre de piña y un poco de picante. Finalmente, en la región Andina, el ron se combinó con espresso, panela, canela, anís, vainilla y moscada.
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KienyKe.com conversón con Riascos, para conocer más sobre este viaje del paladar a diferentes destinos y la historia que posee La Hechicera, "Tuvo origen en una historia de familia, nosotros antes de la Hechicera producíamos banano en una época en la que el país no estaba en las mejores condiciones y el tema de la agricultura era algo complejo. En un afán de diversificación nos llevó a buscar en lugares distintos, mi papá fue a Cuba siguiendo un poco una sugerencia de mi abuelo, en Cuba nos enamoramos de la idea de producir ron, si bien aquí era distinto a lo que mi familia, que es costeña, había hecho toda la vida, igual nos arraigaba el Caribe".
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Andrés Lozano/KienyKe.com[/caption]
Luego la historia continúa, "Con mucha persistencia, luego de 17 viajes, en un mismo año, de mi padre a la isla, logramos suscribir una acuerdo de intercambio tecnológico entre la familia y el ministerio del azúcar cubano, de tal forma que nosotros producíamos ron su asesoría a cambio de una pequeña regalía".
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Andrés Lozano/KienyKe.com[/caption]
Según el personaje esto duró diez años, se tenía la expectativa de aprender a hacer ron como los cubanos, ambos bandos aprendieron a hacer este líquido de una manera diferente. "Es muy diferente producir ron en un mercado como el cubano, donde todo está homogeneizado y centralizado a lo que es producir en una empresa pequeña donde la innovación es celebrada, donde el acceso a barricas recién vaciadas de roble blanco americano, que precisamente viene de Estados Unidos, por cuenta del embargo no se pueden usar en Cuba, es muy distinto hacer ron en un laboratorio como el que tenemos donde la gente tiene esa invitación para crear".
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Andrés Lozano/KienyKe.com[/caption]
En el 2003 La Hechicera dejó de trabajar con los cubanos se quedó con ellos un maestro cubano japonés, un gran experto en el arte de hacer ron. "La Hechicera viene ya en su tercera generación, la empresa familiar empezó produciendo, detrás del telón, ron para grandes empresas, marcas estatales, maquilas, terceros, sin embargo que yo diría que como iniciativa es la culminación de un proceso, es la combinación de rones añejados de 12 a 21 años en barrica de roble blanco americano, es un ron distinto a la mayoría de rones del mercado, va del barril a la botella, sin absolutamente ningún aditivo, nada de por medio, nada de azúcar, cosa que es muy común", afirma Miguel Riascos.
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Finaliza, "Queríamos celebrar nuestro legado, nuestro país, de hecho eso es Colombia, La Hechicera es una metáfora para Colombia, diría yo que es el país más femenino del mundo por su fertilidad y por su biodiversidad, en el imaginario de los colombianos vemos esta energía maternal, femenina y eso es lo que es La Hechicera, esa magia".
Andrés Lozano/KienyKe.com[/caption]
Luego la historia continúa, "Con mucha persistencia, luego de 17 viajes, en un mismo año, de mi padre a la isla, logramos suscribir una acuerdo de intercambio tecnológico entre la familia y el ministerio del azúcar cubano, de tal forma que nosotros producíamos ron su asesoría a cambio de una pequeña regalía".
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Según el personaje esto duró diez años, se tenía la expectativa de aprender a hacer ron como los cubanos, ambos bandos aprendieron a hacer este líquido de una manera diferente. "Es muy diferente producir ron en un mercado como el cubano, donde todo está homogeneizado y centralizado a lo que es producir en una empresa pequeña donde la innovación es celebrada, donde el acceso a barricas recién vaciadas de roble blanco americano, que precisamente viene de Estados Unidos, por cuenta del embargo no se pueden usar en Cuba, es muy distinto hacer ron en un laboratorio como el que tenemos donde la gente tiene esa invitación para crear".
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En el 2003 La Hechicera dejó de trabajar con los cubanos se quedó con ellos un maestro cubano japonés, un gran experto en el arte de hacer ron. "La Hechicera viene ya en su tercera generación, la empresa familiar empezó produciendo, detrás del telón, ron para grandes empresas, marcas estatales, maquilas, terceros, sin embargo que yo diría que como iniciativa es la culminación de un proceso, es la combinación de rones añejados de 12 a 21 años en barrica de roble blanco americano, es un ron distinto a la mayoría de rones del mercado, va del barril a la botella, sin absolutamente ningún aditivo, nada de por medio, nada de azúcar, cosa que es muy común", afirma Miguel Riascos.
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Finaliza, "Queríamos celebrar nuestro legado, nuestro país, de hecho eso es Colombia, La Hechicera es una metáfora para Colombia, diría yo que es el país más femenino del mundo por su fertilidad y por su biodiversidad, en el imaginario de los colombianos vemos esta energía maternal, femenina y eso es lo que es La Hechicera, esa magia".
