
El diseño de sonrisa es uno de los procedimientos estéticos más solicitados en la odontología moderna, pero también uno de los que mayores riesgos puede implicar si no se realiza bajo estrictos criterios profesionales y con un enfoque integral de salud. Así lo advierte el odontólogo Nelson Serrano, quien, en conversación con Kienyke.com, explicó en detalle las consecuencias que puede enfrentar un paciente tras un mal procedimiento.
Más que estética, es salud bucal
Según explica Serrano, muchos pacientes acuden a consultas buscando una transformación estética inmediata, sin evaluar primero la salud general de su boca. Este es uno de los principales errores que pueden desencadenar problemas como inflamación en las encías, retracción gingival, acumulación de placa bacteriana, fracturas y, en algunos casos, daños irreversibles en las estructuras dentales.
“Un diseño de sonrisa mal realizado puede comprometer de forma grave la salud bucal del paciente. Antes de pensar en la estética, es fundamental garantizar una correcta mordida, revisar el estado periodontal y valorar la necesidad de tratamientos previos, como ortodoncia o endodoncia”, señaló.
¿Cómo saber si un diseño quedó mal hecho?
Entre los síntomas más frecuentes que indican un mal procedimiento, Serrano destaca la inflamación constante de las encías, molestias al masticar, cambios en la forma y tamaño de los dientes que lucen poco naturales y, en casos extremos, la fractura o debilitamiento de las piezas por desgaste excesivo.
El especialista hace énfasis en que la estética dental debe tener como base una “estabilidad oclusal” que permita al paciente conservar la funcionalidad de su mordida sin comprometer la salud a largo plazo.
¿Es posible revertir un mal diseño?
Aunque algunos errores pueden corregirse, hay situaciones que limitan cualquier tipo de intervención. Uno de los casos más complejos es cuando se han desgastado los dientes de forma irreversible. “Cuando ya han tallado demasiado los dientes, lo único que podemos hacer es trabajar sobre esas condiciones y tratar de mejorar la situación, pero el daño estructural ya es permanente”, advirtió Serrano.
En otros escenarios, gracias a avances tecnológicos como el uso de láser, es posible retirar carillas o materiales sin afectar los dientes naturales, aunque esto dependerá siempre del estado en el que se encuentre la pieza dental.
La importancia de elegir materiales y mantener controles
Otro aspecto crucial en el éxito o fracaso de un diseño de sonrisa es la elección de materiales. Según Serrano, las carillas pueden ser fabricadas en resina o cerámica, cada una con ventajas, tiempos de vida útil y costos diferentes. La cerámica, por ejemplo, puede durar entre 15 y 20 años, mientras que la resina tiene una vida útil de entre 5 y 7 años, siempre y cuando el paciente mantenga una rutina adecuada de higiene y controles periódicos.
“El paciente debe acudir a control cada seis meses. Aunque haya invertido en un material de alta durabilidad, si no se hace seguimiento ni se mantiene la higiene, el deterioro será inevitable”, agregó.
La prevención empieza con una correcta valoración
Para evitar malas experiencias, el odontólogo recomienda que todo procedimiento estético parta de una valoración integral que incluya fotografía, radiografías, revisión clínica, y en algunos casos, escaneos digitales en 3D. Esto permite no solo planificar un tratamiento realista, sino también anticipar problemas estructurales y funcionales.
“Cada paciente es un caso diferente. Hay quienes requieren ortodoncia previa, otros tratamiento periodontal, y en muchos casos se deben hacer correcciones antes de pensar en carillas o blanqueamientos”, enfatiza.
Cuidado con las ofertas en redes sociales
El auge de las redes sociales ha impulsado la oferta masiva de tratamientos estéticos a bajo costo, pero, según Serrano, este fenómeno ha traído consigo riesgos preocupantes. Clínicas sin certificaciones, profesionales sin la experiencia adecuada y procedimientos realizados sin exámenes previos, han provocado un incremento de pacientes que acuden a consulta con daños que pudieron evitarse.
“El consejo es claro: no tomar decisiones a la ligera, buscar profesionales certificados y desconfiar de promociones que priorizan el precio sobre la calidad”, subraya.
Más allá de la sonrisa: la armonía facial
Un buen diseño de sonrisa no solo debe considerar el color o la forma de los dientes, también debe integrarse con la armonía facial del paciente. Según explica Serrano, factores como la musculatura, la gesticulación y, en algunos casos, condiciones neurológicas o traumas emocionales, influyen en el resultado estético y funcional.
El rol de la ortodoncia y las nuevas tecnologías
En muchos casos, la ortodoncia es un paso obligatorio antes de realizar un diseño estético. Serrano recalca que una mala mordida no solo puede fracturar las carillas, sino generar un desgaste prematuro de las piezas dentales. Afortunadamente, hoy existen alternativas como la ortodoncia invisible, que permite corregir la alineación dental de forma discreta y eficiente.
El mensaje final: educación y prevención
Para Serrano, la clave está en la prevención, en realizar chequeos periódicos y en acudir siempre a clínicas y profesionales de confianza. “La salud bucal es igual de importante que cualquier otro aspecto de la salud. Invertir en prevención siempre será menos costoso y menos doloroso que corregir un problema avanzado”, concluyó.