El cáncer de mama no distingue entre géneros y edades, y su impacto se siente en cada rincón de Colombia. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad ocupa el primer lugar de nuevos casos de cáncer en el país, representando el 13.7%. En 2020, según cifras recopiladas por la Liga Colombiana contra el Cáncer, se registraron 15,509 casos nuevos y 4,411 decesos.
Por esta razón, se recomienda que las mujeres, a partir de los 20 años, realicen el autoexamen de mama mensualmente. Después de la menopausia, es aconsejable elegir un día fijo cada mes para llevar a cabo esta práctica.
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En el cáncer de mama, las células mamarias comienzan a crecer sin control, dando lugar a la formación de tumores que, de no recibir tratamiento, pueden extenderse por todo el cuerpo, poniendo en grave peligro la vida de quienes lo sufren. Esta enfermedad se origina en los conductos productores de leche en la mama.
En su fase inicial, no suele presentar un peligro mortal, sin embargo, a medida que las células cancerosas se propagan al tejido mamario, a los ganglios linfáticos y otros órganos, un proceso conocido como metástasis, puede resultar fatal.
El tratamiento se adapta a las características individuales de la paciente, el tipo de cáncer y su grado de metástasis. Por lo general, involucra una combinación de cirugía, radioterapia y medicamentos específicos, con el objetivo de brindar el tratamiento más efectivo en cada caso.
Recomendaciones para reducir los riesgos del cáncer de mama
Precisamente, Tatiana Bermúdez, Líder de EPS Famisanar, ofrece 5 consejos para reducir los riesgos de padecer cáncer de mama:
1. Control del peso: La obesidad después de la menopausia se asocia con un mayor riesgo de cáncer de mama. Se debe mantener un peso saludable a través de una dieta equilibrada y ejercicio.
2. Autoexamen de mama: Todas las mujeres, a partir de los 20 años, deben practicarse el autoexamen. Para llevarlo a cabo, se debe realizar siete días después del periodo menstrual. Si ya la mujer se encuentra en la menopausia, debe elegir un día fijo cada mes para hacerlo.
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3. Planificación hormonal: Algunos anticonceptivos hormonales aumentan el riesgo de cáncer de mama si se toman durante más de cinco años.
4. Genética: Si se tiene antecedentes familiares o predisposición genética, se debe consultar a un experto en genética para evaluar el riesgo y las opciones disponibles.
5. Alcohol y tabaco: Limitar el consumo del alcohol y disminuir el consumo de tabaco.
Lo cierto es que la prevención y la detección temprana son clave en la lucha contra el cáncer de mama. Se debe seguir estos consejos para reducir el riesgo y consultar al médico regularmente para mantener un control adecuado de la salud mamaria.
Hacer deporte durante un proceso contra el cáncer, clave para la evolución
Los expertos del blog “Salud y prevención” abordan, en un nuevo post, los beneficios de hacer actividad física y deporte durante un proceso de tratamiento contra el cáncer ya que puede ser “clave para la evolución” del paciente.
La actividad física, intensa o moderada, y el deporte tiene importantes beneficios para la salud, para el cuerpo y para la mente y mejora el bienestar general, por lo que también puede tener repercusiones positivas durante un proceso de cáncer.
Reduce los síntomas de depresión y ansiedad. Mejora las técnicas de razonamiento y aprendizaje y ayuda a prevenir y controlar enfermedades cardiacas, accidentes cerebro-vasculares, la diabetes, la hipertensión o a mantener un peso corporal saludable, para resumir, la actividad física mejora el bienestar general.
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La actividad física más habitual es caminar, seguida por montar en bicicleta, pedalear, subir o bajar escaleras, practicar algún deporte y participar en actividades recreativas y juegos que se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad.
Es suficiente caminar 30 minutos diarios, no vale pasear, cinco días a la semana para mantener una actividad física regular.
El cambio en el metabolismo que provoca el ejercicio físico lo transforma en un factor antitumoral que contribuye a disminuir la incidencia de algunos tipos de cáncer, especialmente de mama y de colon además de cáncer ginecológico, leucemias, linfoma y cáncer de próstata.
Existe la creencia entre algunos pacientes con cáncer de que la mejor manera de reponerse a los efectos secundarios que tienen los tratamientos oncológicos es estar en reposo.
Sin embargo, “el sedentarismo aumenta la debilidad muscular que, a su vez, provoca cansancio, acumulación de grasa corporal, disminución de la autoestima y la motivación, sin embargo, el ejercicio mantiene el tono muscular, contrarresta la debilidad que ocasiona el tratamiento oncológico, ayuda al descanso nocturno e incrementa el apetito”, explica el doctor Joseba Rebollo, oncólogo del Centro Médico Quirónsalud Alicante.
Créditos: Agencia EFE.