Luego de que la Corte Constitucional diera el sí definitivo para que las parejas del mismo sexo se pudieran casar, la Iglesia Católica calificó la histórica decisión como un símbolo que acerca a la sociedad a "Sodoma y Gomorra".
“Con estas acciones, que están afectando al propio matrimonio, se les está dando el mensaje a las nuevas generaciones de que pueden hacer lo que quieran: cojan por aquí o cojan por allá. Y todo va a terminar en Sodoma y Gomorra”, dijo el Monseñor José Daniel Falla, secretario general y vocero de la Conferencia Episcopal de Colombia.
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A propósito del tema, y para quizá para provocar más a la iglesia, usuarios web recuerdan la primera experiencia sexual que Esperanza Gómez tuvo con una persona de su mismo sexo. En su página la actriz habla del asunto.
"No estuvimos solas ella y yo. Nos encontramos por medio de un tipo con el que yo salía y fue él quien organizó un encuentro íntimo entre los tres. La idea era que ellos dos tuvieran sexo frente a mi y luego yo me sumaba a la acción. Así sucedió".
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La actriz porno recuerda que el hombre que estaba presente en el encuentro sexual buscó que ellas entraran en confianza "que jugáramos más, que nos entendiéramos mejor", dice.
"En la industria solo he hecho tres escenas con la actriz Kara Tai", dice.
"Finalmente nos besamos de una forma muy suave, muy femenina. Nuestros labios apenas se rozaron y no pasó nada más. Tampoco sentí la confianza para ir más allá. Aunque ganas no me faltaron", reconoce.
Gómez, que se declara abiertamente bisexual, explica porque le gusta tener relaciones sexuales con mujeres: "Me atraen las curvas de sus cuerpos, la suavidad de su piel al tocarlas, y los rostros (nada de eso lo tienen los hombres). En la cama la mujer se toma más tiempo para acariciar, seducir con besos y roces. Además, las mujeres saben mejor como tocar los puntos claves del cuerpo y hacen muy buen sexo oral".
No fue la primera vez que la colombiana se sintió atraída por una mujer. "Tenía ocho años la primera vez que sentí atracción por otra mujer. Se trataba de la nueva profesora que había llegado al colegio a darnos clase. Jamás había disfrutado tanto una clase en primaria y de solo recordarla aun me excito hoy; se trataba de una mujer muy bonita con un rostro hermosísimo enmarcado por una cabellera larga y rizada. Además tenía un cuerpo curvilíneo acompañado de un par de grandes senos naturales. Todo en ella la hacía parecer una muñeca de porcelana".
Al respecto, en diálogo con Reporte Índigo, Esperanza Gómez dijo: "Soy más exigente con las mujeres que con los hombres. Me gusta que tengan un cuerpo casi perfecto (...) con los hombres soy menos exigente solo me gusta que sean buenos amantes".
"En la industria solo he hecho tres escenas con la actriz Kara Tai", dice.
"Finalmente nos besamos de una forma muy suave, muy femenina. Nuestros labios apenas se rozaron y no pasó nada más. Tampoco sentí la confianza para ir más allá. Aunque ganas no me faltaron", reconoce.
Gómez, que se declara abiertamente bisexual, explica porque le gusta tener relaciones sexuales con mujeres: "Me atraen las curvas de sus cuerpos, la suavidad de su piel al tocarlas, y los rostros (nada de eso lo tienen los hombres). En la cama la mujer se toma más tiempo para acariciar, seducir con besos y roces. Además, las mujeres saben mejor como tocar los puntos claves del cuerpo y hacen muy buen sexo oral".
No fue la primera vez que la colombiana se sintió atraída por una mujer. "Tenía ocho años la primera vez que sentí atracción por otra mujer. Se trataba de la nueva profesora que había llegado al colegio a darnos clase. Jamás había disfrutado tanto una clase en primaria y de solo recordarla aun me excito hoy; se trataba de una mujer muy bonita con un rostro hermosísimo enmarcado por una cabellera larga y rizada. Además tenía un cuerpo curvilíneo acompañado de un par de grandes senos naturales. Todo en ella la hacía parecer una muñeca de porcelana".
Al respecto, en diálogo con Reporte Índigo, Esperanza Gómez dijo: "Soy más exigente con las mujeres que con los hombres. Me gusta que tengan un cuerpo casi perfecto (...) con los hombres soy menos exigente solo me gusta que sean buenos amantes".
